Real Jaén. Primera aventura sin brújula

José Ramón Casado / Jaén
El Real Jaén busca enderezar su rumbo, algo errante en las dos últimas jornadas, con una victoria en el estadio del colista, un Águilas azotado por una grave crisis económica. Los blancos lo hacen sin su brújula, Íñigo Ros, capitán del equipo y lesionado hasta el final de la temporada.        

    04 abr 2010 / 08:43 H.

    La fractura de tibia del capitán del Real Jaén resultó la peor noticia, más allá del enésimo traspié sobre el reloj ante el Ceuta (2-2) o la oportunidad desperdiciada de sentenciar la clasificación virtual para la promoción. Existen lesiones que pueden causar efectos devastadores en una plantilla y la de Íñigo Ros pertenece al grupo. El navarro es el timón del equipo desde hace casi un lustro,  la brújula que guía en el campo y un líder en el vestuario. La magnitud de su ausencia empieza a cuantificarse desde hoy. Con el play off prácticamente en el bolsillo —sólo una debacle lo evitaría—, al Real Jaén le urge encontrar un relevo de garantías para afrontar el tramo decisivo sin aires nostálgicos. En la terna de candidatos figuran Fabios y Galdós. Uno de ellos se perfila como principal novedad en el once titular de Cervera para salvar con éxito la visita al colista. Más que el resultado —todo lo que no sea un triunfo equivaldrá a tropiezo—, apetece comprobar la respuesta del equipo, su entereza ante la adversidad. Se esperan camisetas con mensajes de ánimo a Íñigo Ros y nerviosismo inicial por la pérdida, aunque no existe mejor incentivo  para la reacción que la posibilidad de superar al Granada CF y presionar al Melilla, enemigos tan confesos como irregulares. Lástima que el Real Jaén  ande empeñado en imitarlos.
    En las antípodas de esa pelea por el título sobrevive el Águilas. Al conjunto de Íñigo Sáenz, en coma inducido, sólo lo puede salvar un milagro en forma de euros. La desesperación actual tiene visos de desembocar en desaparición. El revés de la crisis económica ha golpeado a una entidad que subsiste gracias al orgullo de unos pocos valientes y muchos juveniles tras el éxodo masivo de los profesionales por problemas de impagos. Enlaza 15 jornadas sin ganar, con 12 derrotas y 3 empates, y hoy desciende de forma matemática si no consigue frenar la hemorragia. La situación dibuja un cadáver, aunque su entrega lo dignifica. El Águilas ni siquiera encuentra hilos de esperanza en los enfrentamientos recientes con el Real Jaén: sólo una alegría en las últimas cuatro visitas de los blancos (2-1, temporada 2005-2006). El panorama, en este sentido, se presenta angustioso, un equipo casi sin vida y otro sin “alma”. Mejor pensar que sólo falta la brújula.