Real Jaén. El antes y el después de Valdés

Rotura del menisco externo de la rodilla derecha. Desde aquel fatal diagnóstico hasta la actualidad se han producido un sinfín de cambios en la vida de Valdés. Llamado a abanderar un proyecto ambicioso, el madrileño está próximo a reaparecer tras cuatro meses en la sombra. Ahora comparte piso y su único deseo es contribuir a la salvación del club.      

    12 feb 2011 / 09:49 H.

    Álvaro Valdés (Madrid, 1980) asume con naturalidad los infortunios que el destino le tenía reservados en Jaén. Su discurso entusiasta no concuerda con el de quien ha reposado la pierna sobre un cojín durante meses y tiene cuatro nóminas pendientes. Sí asegura, en cambio, que nunca imaginó una temporada como la actual. Lejos queda su grave lesión contra el Alcalá de Guadaíra, en la tercera jornada de Liga. Minutos antes de romperse el menisco externo y ser trasladado en ambulancia hasta el hospital, el Real Jaén era firme aspirante al ascenso de categoría y él atesoraba condiciones que lo convertían en pieza esencial. Operado después en Murcia por el doctor Ripoll, Valdés comenzó una dura fase de rehabilitación que está a punto de expirar. El madrileño se reincorporó al trabajo con el grupo el pasado mes de enero y su reaparición puede producirse en el compromiso posterior al del Yeclano, ante el Estepona. “Ojalá pueda disfrutar de unos minutos. Son muchos meses alejado de los terrenos de juego y se hace bastante duro. Por fortuna ya me siento en perfectas condiciones y sin molestias”, afirma Valdés, que no oculta su asombro ante la sucesión de acontecimientos que han sacudido a la entidad desde aquel maldito 12 de septiembre: “Jamás te puedes esperar algo parecido, tantos sinsabores y tantas malas noticias en tan poco tiempo”. Valdés se refiere al cúmulo de desgracias y promesas incumplidas que han convertido al equipo en aspirante a la supervivencia, a los integrantes de la plantilla en inquilinos de pisos compartidos y a la sociedad, en un concurso de acreedores como única vía de escape. “Llegar a compartir piso con compañeros y estar en una situación como la actual era algo impensable”, expresa Valdés, que  ya cumple su primera semana de convivencia junto con Diego Segura, Zurdo, Philippe Dominique Toledo y el preparador físico del equipo, Jorge Escolar. “Es una vuelta a los orígenes del fútbol, pero lo llevamos bien. Estamos muy entretenidos”, bromea el jugador, que recupera el tono serio al referirse  al compromiso de mañana contra el Yeclano. “El partido es de vital importancia. Nos medimos con un rival de la parte baja de la tabla y necesitamos los tres puntos para alejarnos del peligro”, manifiesta. Y añade: “Puede suponer un antes y un después para lo que queda hasta final de temporada”.   Algo parecido, quizá, a lo acontecido aquella fatídica tarde de septiempre en La Victoria. “El hecho de que a principios de campaña nuestra aspiración fuese jugar el play off y ahora ocupemos la zona peligrosa no me rebaja la ilusión”, asegura, y puntualiza: “Mi máximo deseo es saltar al campo y ayudar al equipo a salvarse cuanto antes”. O después. José R. Casado / Jaén