Rafa Nadal y David Ferrer vuelven a disputarse el Conde de Godó
Los españoles Rafael Nadal, primer cabeza de serie del torneo, y David Ferrer, cuarto favorito del cuadro, se miden por tercera vez en la final de Barcelona después de que el balear sumase su victoria 500 en el circuito ante el croata Ivan Dodig (6-3 y 6-2), y el alicantino derrotara a Nicolás Almagro en dos sets (6-3 y 6-4).
Todo apuntaba a que el número uno mundial ventilaría este trámite por la vía rápida cuando se colocó 2-0 en el primer set después de sumar los ocho primeros puntos del partido. Sin embargo, Dodig, jugador correoso, peleón y con un servicio nada desdeñable, reaccionó encadenando tres juegos seguidos que obligaron a Nadal a avanzar un par de metros dentro de la pista y jugar más agresivo para cerrar el set. Y es que el jugador croata demostró porque había sido la revelación del torneo.
Parecía que el pentacampeón del Godó solventaría la segunda manga con más celeridad tras otro 2-0 de inicio. Pero Dodig, al contrario de lo que hizo por ejemplo Gael Monfils el viernes, no bajó los brazos ante el número uno, rompiendo el saque de Nadal, pero inmediatamente perdió el suyo. Aun así, obligó al español a buscar las líneas y a jugarse una bola más en algunos puntos para sumar su victoria número 500 y convertirse en el segundo tenista más joven de la historia en lograrlo, justo por detrás del sueco Bjorn Borg.
Por su parte, David Ferrer, accedió a la fimal tras ganar en la primera semifinal a su compatriota Nicolás Almagro. en una hora y 36 minutos de juego. Serio, concentrado y muy metido en el partido desde el primer minuto, Ferrer arrancó con un 3-0 que le ha permitido gestionar el primer set con cierta comodidad. Mientras que Almagro, sabiendo que nunca había ganado al alicantino en los seis encuentros precedentes, le costó entrar en juego.
El segundo set estuvo más igualado, pero en el momento en que Ferrer rompió el saque a Nico con 2-2, el partido se decantó claramente hacia el lado del alicantino, que sólo tuvo que mantener su saque para llevarse el encuentro y acceder a su tercera final del Trofeo Conde de Godó.
Al término del encuentro, David Ferrer destacó: “Nunca había jugado tan bien como este año. Me siento muy feliz y un privilegiado por volver a estar arriba, porque ya soy uno de los veteranos del circuito”, manifestó el alicantino, de 29 años y sexto en el ránking mundial.
El tenista de Jávea aseguró que, pese a ganar a Almagro, este le obligó a jugar al cien por cien: “Ha sido un partido a dos sets, pero durísimo físicamente. Me ha costado muchísimo ganarle, porque él está jugando a un nivel altísimo”. Además, arrastra desde el partido ante el austriaco Jurgen Melzer una pequeña contractura en el gemelo izquierdo que, sin embargo, el insiste en decir que “no es grave” y que no le impide rendir al máximo en cada partido. Sobre la final con Nadal, Ferrer lo tiene claro: “Para ganarle yo tengo que tener un grandísimo día y él un día regular. Intentaré ser agresivo”.