Ordóñez impide el triunfo del Fuconsa en un partido espectacular

GILBERTO MORENO / JAÉN
Juan Carlos Ordóñez, un portero jiennense que tuvo que emigrar para progresar en el fútbol sala, fue profeta en su tierra. Regresó con el Albacete y sus paradas resultaron milagrosas para que su equipo abandonara La Salobreja con un empate a tres. El partido respondió a la grandeza que representa este deporte, que está más vivo que nunca en la capital. El meta se marchó del pabellón ovacionado por la afición. 

    26 sep 2010 / 10:22 H.

    Realizó intervenciones de todo tipo. Con los pies, las manos e, incluso, la frente evitó los tantos del Fuconsa, que inauguró su casillero de puntos. Quique García es un entrenador atrevido y que tiene en tensión a su plantilla durante los cuarenta minutos. El preparador y los jugadores no se rindieron cuando el marcador electrónico registraba un cero a tres a falta de diez minutos para concluir el compromiso. García apostó por Miguelín y el capitán desempeñó la figura de portero-jugador. En dos minutos de éxtasis, el Fuconsa empató el partido con un pabellón entregado a la causa y con un Paco Gómez y un Joselillo que estuvieron en  el momento justo para marcar. El Albacete no pudo con la presión, la fuerza y la valentía del recién ascendido. Las ocasiones se sucedieron, pero Ordóñez ya no dejó que Paco Gómez y sus compañeros anotaran más tantos. El Albacete también intentó ganar en la recta final. Domingo Cuartero, su máximo responsable, recurrió a Isaac como guardameta-futbolista. El Fuconsa cerró bien los huecos y no se dejó sorprender más. Esta fue la parte más espectacular del partido. La primera mitad y los diez minutos de la segunda fueron un monólogo de los locales. El Fuconsa dominó y generó claras ocasiones para marcar, pero ahí emergió la figura de Ordóñez, considerado como uno de los porteros más destacados de la categoría. Mientras, su conjunto se sintió cómodo en la pista. Cata, Javi e Isaac forman un trío interesante y resuelven el trabajo con oficio y disciplina, aunque no están exentos de calidad individual. El cero a uno no hizo justicia a la labor local. García estaba abrumado por la estadística de disparos, pero desesperado por el nulo acierto de su colectivo. Esto es División de Plata y cualquier detalle sirve para resolver un choque Todos los tiros los salvó el meta. El comienzo del segundo tiempo se tradujo en un guión similar: posesión para el Fuconsa y efectividad del Albacete FS. En este periodo, el entrenador local ya no recurrió al carrusel de cambios de cuatro en cuatro. Antonio Cobo aportó explosividad en la cancha, pero tuvo la desgracia de que un fallo suyo significó el cero a tres. Después comenzó el nuevo partido que trajo una bocanada de autoestima a una plantilla, un cuerpo técnico, una afición y una directiva que desean que el proyecto se consolide en División de Plata. Este es el camino correcto.