Real Jaén.-Álex García da nombre al gol 0-3
JOSÉ EUGENIO LARA / JAÉN
El gol siempre ha respondido a una dinámica, la que ahora envuelve a Álex García, que, con su acierto, ha relanzado al Real Jaén en los últimos partidos. Ayer, en Lepe, firmó otro doblete, el segundo en una semana. Fran Machado completó la fiesta. Entre ellos se coló un invitado esperado: Toledo. Sus dos asistencias acabaron en la red.
JOSÉ EUGENIO LARA / JAÉNEl gol siempre ha respondido a una dinámica, la que ahora envuelve a Álex García, que, con su acierto, ha relanzado al Real Jaén en los últimos partidos. Ayer, en Lepe, firmó otro doblete, el segundo en una semana. Fran Machado completó la fiesta. Entre ellos se coló un invitado esperado: Toledo. Sus dos asistencias acabaron en la red.
El Real Jaén vivió en Lepe de su oficio y el San Roque, de sus fuerzas, las pocas que le quedaron después del inmenso desgaste del partido de Copa Federación —tuvo un largo desplazamiento a Baracaldo y un encuentro de 120 minutos—. Y no las reservó. Gastó toda su energía en media hora y se fue apagando con el paso del juego. El Real Jaén lo tumbó con una buena estrategia y con la veteranía necesaria que se precisa en esta áspera división. Sólo fue cuestión de aguante y de paciencia. Cervera lo leyó así. Primero quiso que el rival se consumiera y luego puso velocidad, el peor remedio contra el cansancio. Era el partido de Toledo, de su poderío y de su imponente cambio de ritmo. Y así sucedió. Salió el delantero y destrozó al San Roque. Potencia y explosividad. Dos buenas asistencias y dos goles. Por sí solo, el hispano-francés sentenció a un rival desmejorado, desnaturalizado y con las piernas demasiado cargadas. Sólo fueron 24 minutos, pero devastadores. Toledo sembró el pánico y encumbró a Álex García y a Fran Machado. Cervera jugó al ajedrez y dio jaque mate con el cambio.
El éxtasis que generó Toledo fue sufrimiento en el arranque. El San Roque puso en muchos apuros al Real Jaén en la primera media hora. La movilidad de Joaquín, el nueve local, y la persistencia de los dos hombres de banda tuvieron en vilo a la defensa blanca. Hubo más de un problema. Gerardo se empleó a fondo para evitar una penetración de Joaquín, que reclamó penalti; el colegiado anuló un gol a Vicente por falta, y el meta tuvo que intervenir de nuevo para blocar un tiro del goleador onubense. Un sinvivir. Dio la impresión de que el gol estaba cerca. Sin embargo, el Real Jaén empezó a organizarse mejor, sobre todo en defensa, con los minutos, justo cuando empezó el declive de los locales. Se acentuó la hegemonía jiennense con el gol psicológico de Álex García a poco del descanso. El triunfo comenzó a escribirse. El equipo de Cervera se cosió mejor en la segunda parte y no dio posibilidad a un San Roque que vivió de la habilidad de Añete. No tuvo más ataque. El poder ofensivo estaba en el otro banquillo. Toledo era el hombre. Salió, abrió la autopista y dio goles a quienes lo acompañaron. Álex García y Machado lo agradecieron.