La huelga de pedales caídos en el pelotón pone alfombra a Chavanel

Carlos de Torres / Spa
El francés Sylvain Chavanel, del Quick Step, es el nuevo líder del Tour de Francia tras imponerse en solitario en la segunda etapa disputada entre Bruselas y Spa, jornada atípica en la que el pelotón hizo huelga de pedales caídos después de múltiples caídas.

    06 jul 2010 / 10:45 H.

    Mientras la totalidad del pelotón se agrupaba para entrar en bloque en la meta, Chavanel, protagonista de la escapada buena de la etapa, se dirigía lanzado a meta, a por su segundo triunfo en el Tour y el liderato. Sin agobios, ya que nadie le perseguía tras un acuerdo en el pelotón, magullado por las caídas que afectaron a 40 o 50 corredores, entre ellos Alberto Contador y los hermanos Andy y Frank Schleck.
    Chavanel, de 30 años, ajeno a historias extrañas, aprovechó el regalo y firmó la etapa y el maillot amarillo en un escenario especial para el galo. El pasado 25 de abril, en la Lieja-Bastoña-Lieja se chocó contra un coche y sufrió una fractura de cráneo. La vida le quiso dar otra oportunidad y se recuperó en el tiempo récord de mes y medio. Prometió volver para ganar, pero tal vez no sabía que lo haría en el Tour de Francia. En la víspera de la esperada carnicería que diría Lance Armstrong sobre la etapa de pavés de hoy, Chavanel subió a ponerse el maillot amarillo amablemente cedido por Fabian Cancellara, que ahora es segundo a 2.57. Tercero es el alemán Tony Martin (Columbia) a 3.07 y Lance Armstrong y Alberto Contador quinto y séptimo respectivamente separados por 5 segundos.
    La escapada de rigor en una etapa de paripé se formó de inmediato con ocho componentes.  Una aventura permitida por el pelotón hasta los 6.55 minutos de retraso acumulados en el kilómetro 40 en una jornada que enseguida se puso fea con una lluvia que empapó el asfalto. No se trataba de un guión de puro sprint por las seis cotas que jalonaban la ruta. El grupo de ocho fue perdiendo unidades a medida que iban superando subidas. El Cervélo de Hushovd primero y el Saxo Bank después se encargaron de mantener a poco más de un minuto la escapada, que se redujo a dos corredores, el francés Sylvain Chavanel y el belga Roelandts en el descenso del Aisomont (km 161). Fue en el descenso del Col de Stockeu, de tercera, cuando se presentó otra vez la zozobra con varias caídas. Andy Schleck, el teórico rival número uno de Contador, encendió la alarma con un codo ensangrentado con tinte de fractura, pero apretó los dientes y con una bicicleta prestada emprendió la persecución del grupo de favoritos.
    A 25 kilómetros de Spa, Chavanel se quedó solo en cabeza. Cancellara trataba de mantener el maillot amarillo pero empezó el pacto entre caballeros ciclistas. Espartaco ralentizó el ritmo para no hundir a Andy Schleck y eso permitió que enlazaran Contador, Basso y Armstrong a 17 kilómetros de meta. Nadie quiso sacar rédito del accidente de los Schleck. Camino de rosas para Chavanel. El pelotón terminó su paseo-protesta a 4 minutos. Todos tranquilos, sin sprint ni nada por el estilo. Entre abucheos del público.