La Historia de una escalera hecha cabaret de los años 30
Historia de una escalera es una de esas obras que se consideran fundamentales en el teatro español del siglo XX, sin embargo se la conoce más por el texto de Buero Vallejo, que por sus representaciones en el escenario. El grupo La Criba 95, de estudiantes del instituto Almicerán de Peal, no sólo se han atrevido con esta obra sino que le han dado un enfoque propio.

Todos tienen 17 años y su objetivo es conseguir dinero con el precio de las entradas para pagarse el viaje de estudios. Y, visto lo visto, sus deseos se cumplirán sobradamente, pues, en el estreno de anoche, el Aula Cultural Rafael Alberti de Peal registró un lleno total. También están agotadas las de la representación que hay prevista para las ocho y media de esta tarde, y para la función de la de las seis quedaban ayer algunas entradas sin vender. El aforo del aula cultural es de 317 localidades, por lo que, el director de la obra, Francisco Zaragoza, calculaba ayer que la disfrutarán en torno a un millar de personas, mayoritariamente de Peal de Becerro, pero también de Bedmar, Úbeda, Cazorla, Jaén y Granada. Historia de una escalera cuenta con un amplio elenco de actores, hasta 25 alumnos sobre el escenario, mayoritariamente chicas. Pero de ellos, cuatro son artistas invitados: Francisco Re-yes Ferreiro, Luis Salvador y las cantantes de copla Carmen Castañeda y Almudena Punzano.
Francisco Zaragoza afirma “que se ha respetado escrupulosamente el texto de Buero Vallejo”, pero se ha tomado la licencia de situar la historia en un cabaret. En la puesta en escena hay un maestro de ceremonias, cantantes de copla y números musicales inspirados en la película Cabaret, de Bob Fosse, premiada con ocho Oscar, que protagonizaron magistralmente Liza Minelli, Michael York y Joel Grey.
El espacio escénico del Aula Cultural Rafael Alberti se convirtió ayer en un cabaret, por el que discurrieron las historias de la que era testigo mudo la escalera de Buero. “Han sido 90 horas de ensayo, muy duras, ya que cada ensayo duraba cuatro horas, todos los viernes, desde primeros de octubre y, además, los alumnos sacrificaron la mitad de sus vacaciones de Navidad para ensayar, por lo que su entrega ha sido absoluta”, subraya el director teatral. El público que acudió a la representación se llevó una grata sorpresa por el gran espectáculo que ofrecieron unos jóvenes aficionados al teatro. Ignacio Frías / Jaén