La gran familia del ajedrez dice adiós a Linares hasta el año 2010
M. J. Velasco /Linares
La gran cita del deporte-ciencia que se celebra en Linares alcanzó su colofón ayer con la entrega de galardones celebrada en el teatro Cervantes. Un acto en el que hubo música y emotivos discursos. Entre ellos, el del ganador de este año, el ruso Alexander Grischuk. La vigesimosexta edición del Torneo Intercontinental Ciudad de Linares llegó, ayer, a su fin con la ceremonia de entrega de premios celebrada en el teatro Cervantes.
M. J. Velasco /LinaresLa gran cita del deporte-ciencia que se celebra en Linares alcanzó su colofón ayer con la entrega de galardones celebrada en el teatro Cervantes. Un acto en el que hubo música y emotivos discursos. Entre ellos, el del ganador de este año, el ruso Alexander Grischuk. La vigesimosexta edición del Torneo Intercontinental Ciudad de Linares llegó, ayer, a su fin con la ceremonia de entrega de premios celebrada en el teatro Cervantes.
Sobre sus tablas se disputaron las catorce rondas de las que salió como ganador el ruso Alexander Grischuk, y ellas acogieron también un acto que contó con la presencia del presidente de la Asociación Española e Iberoamérica de Ajedrez, Javier Ochoa; el secretario general para el deporte de la Junta de Andalucía, Manuel Jiménez y la delegada provincial de Turismo, Comercio y Deporte, Antonia Olivares. El reportero y presentador de Televisión Linares Antonio Robles fue el encargado de presentar la cita.
Uno de los momentos más emotivos de la cita fue la proyección de un vídeo que recogió algunos de los mejores instantes del campeonato, entre los que se encontraban declaraciones de linarenses ilustres que hicieron sonar el gong al inicio de cada ronda como el cantante Raphael y el torero retirado Palomo Linares. Además, el saxofonista Alfonso de la Torre, más conocido como “Lato”, presentó las composiciones de su último disco, “I love sax”, en el que rinde homenaje a grandes composiciones del swing, el pop y la balada. Con su instrumento interpretó himnos como “The way you look tonight”, “My way” y New York, New York”, de Frank Sinatra para acabar con “I just called to say I love you”, de Stevie Wonder, todas marcadas bajo su particular manera de tocar. Una calurosa ovación lo despidió.
En su intervención, Ochoa agradeció la continua lucha de los jugadores, que hizo que la emoción se mantuviese hasta el final, así como la labor del Ayuntamiento de Linares. “Es el más comprometido con el ajedrez del mundo”, declaró. Por su parte, Jiménez aseguró que la competición es un vehículo importante para elaborar recursos ante la actual crisis económica. “Se trata de una herramienta que sirve para trasladar la marca de Andalucía más allá de nuestras fronteras”, afirmó. El alcalde de la ciudad, Juan Fernández, fue el encargado de cerrar los turnos de palabra. “Hemos conseguido que, durante las veintiséis ediciones nuestra ciudad sea conocida en todo el mundo. Es un esfuerzo que hay que mantener, ya que supone una herramienta de lujo para que el municipio sea reconocido”, destacó. Para finalizar su intervención, hizo una observación sobre las ocasiones en las que el torneo ha compartido sede con la ciudad mejicana de Morelia y la celebración de la primera mitad de la edición del año que viene en Emiratos Árabes: “Es una idea muy productiva, ya que, con la medida, multiplicaremos su difusión y dividiremos gastos”.
Después se procedió a la entrega de galardones. Los árbitros Juan Vargas y Faik Gassanov recibieron un reconocimiento. El primero para los jugadores fue el de la partida más disputada, que recayó en Magnus Carlsen y Alexander Grischuk por su cara a cara de la duodécima ronda, en la que el Mozart de deporte-ciencia consiguió una magistral victoria ante el líder de la competición que remató la elegante entrega de una pieza blanca. Después, el resto de los participantes recibieron sus placas conmemorativas y, finalmente, el gran maestro ruso sostuvo la Cabria de Plata de manos del alcalde. Una vez con el trofeo, quiso dedicar unas palabras a los asistentes. “La última vez que visité Linares, Kasparov quien estuvo en el lugar que ocupo hoy, por lo que estar aquí es un privilegio”, comentó, emocionado. Antes de concluir añadió una nota cómica al recordar la buena labor de los árbitros, que le atendieron rápidamente al ofrecerle una tirita cuando sufrió un corte en su partida contra Carlsen.
Después de la foto de familia se clausuró un acto que acabó con la deportividad como bandera, presente en los gestos de amistad que intercambiaron jugadores y organizadores. El año que viene la sede del torneo trasladará hasta Emiratos Árabes su primera mitad en una cita que se promete interesante.