Jaén ofrece una vida 'de ricos'
Enrique Alonso/Jaén
Jaén ofrece una vida 'de ricos', aunque no en el sentido material —económico— sino en el más importante, que es el puramente existencial —vivir—. Cientos de personas en el mundo mueren más tarde que otras, simplemente, porque cuentan con más dinero. En cambio, aquí la vida la da la tierra.
Jaén ofrece una vida 'de ricos', aunque no en el sentido material —económico— sino en el más importante, que es el puramente existencial —vivir—. Cientos de personas en el mundo mueren más tarde que otras, simplemente, porque cuentan con más dinero. En cambio, aquí la vida la da la tierra.
Los hombres y las mujeres que disponen de más bienes materiales en la tierra tardan más en llegar al cielo o al infierno. Un estudio científico de Longevity Science Advirsory Panel que publica The Wall Street Journal contraviene uno de los proverbios populares más sentidos y extendidos por España, como es “la salud no se compra con dinero”.
Al dicho no le falta razón, pero la riqueza material sí que hace que las personas más adineradas tengan menos “papeletas” a la hora de enfermar —según este estudio científico— porque adoptan hábitos de vida más saludables. Los mayores dicen lo mismo con otra frase: “La gente con dinero se desgasta menos”. Longevity Science Advirsory Panel indica que un hombre o una mujer adinerada del mundo tiene una esperanza de vida de 80,4 años. En cambio, los menos pudientes se mueren 6 años antes, por lo que aspiran a disfrutar del paraíso terrenal hasta casi los 75 años. La explicación radica en que son más propensos a beber, fumar, engordar y al estrés.
Sin embargo, estos parámetros no son aplicables a los hombres y las mujeres que viven en la provincia del “mar de olivos”, que tienen, exactamente, una vida “de ricos”. El Instituto de Estadística de Andalucía (IEA) indica, en sus últimos datos, que los hombres que viven en Jaén mueren con 77 años. En cambio, las mujeres resisten hasta los 83,3 años. De ahí que la esperanza media de vida supera ligeramente los 80 años o, lo que es lo mismo, se equipara a los hombres y las mujeres más adineradas del mundo.
La explicación. La longevidad de los jiennenses —que no es una novedad— siempre se ha atribuido a los hábitos saludables que llevan en su día a día, pese a que la gente que vive en la capital y su provincia pueda considerar que son los normales. La dieta mediterránea, la calidad ambiental que ofrecen sus parques naturales y las menores tasas de estrés —en comparación a otras provincias españolas— tal vez están detrás de este secreto.
Por ello, los jiennenses cuentan con respuesta para una de las dudas que asolan al ser humano durante toda la existencia, como es “cuándo llegará la muerte”. En Jaén parece que más tarde que al resto ya que mantiene una esperanza de vida muy similar a los hombres y mujeres que se cuidan al máximo y tienen medios para hacerlo para retrasar al máximo su cita con el “otro mundo”. No obstante, todo esto solo son cifras que sitúan lo que ocurre con la mayoría de la población adinerada o que reside en la tierra del “mar de olivos”, ya que a nadie escapa que llegar antes o después al encuentro con la muerte también se trata de un asunto en el que influye la suerte.