Ros sigue en la plantilla al hacer prevalecer el club su contrato

Después de una mañana intensa y convulsa, en la que el jugador anunció a sus compañeros y al cuadro técnico que se marchaba al Alavés previo pago de la cláusula de rescisión, cifrada en una pequeña cantidad, y tras la reacción inmediata del Real Jaén, que dejó claro que el futbolista sólo saldría si abonaba tres millones de euros, su cláusula real, las dos partes se encontraron por la tarde para aclarar la situación. Íñigo Ros se reunió con Juan Manuel Becerra, el gerente; Javier Somavilla, el director deportivo, y Luis Alberto García, el responsable de los servicios jurídicos. El encuentro fue cordial, pacífico y clarificador. El Real Jaén hizo prevalecer el contrato, mientras que el jugador reconoció, según el club, una interpretación errónea de la cláusula. El futbolista fue sincero y justificó su intención de marcharse por el deseo de estar cerca de su familia. Sin embargo, su salida no será posible ahora, porque tiene contrato firmado hasta el 30 de junio de 2010. Por ello, el capitán continuará en la plantilla. Las dos partes, tanto el club como el jugador, comparecen hoy en rueda de prensa para explicar la resolución del conflicto y tranquilizar a unos aficionados que han vivido con inquietud las últimas horas. Íñigo Ros pedirá disculpas.

El Real Jaén se posicionó muy bien nada más conocer la comunicación del capitán en el vestuario. Su primera reacción fue contundente. Si el jugador quiere marcharse, tendrá que pagar la la totalidad de la cláusula, fijada en tres millones de euros. La entidad, además, advirtió que, en el caso de que existiera divergencia a la hora de interpretar las cláusulas, serían los distintos comités federativos los encargados de solucionar el conflicto. La junta directiva cursó ayer mismo una solicitud a la Federación Española en la que le instó a evitar cualquier tramitación de licencia a favor de otro club, ya que el Real Jaén tiene todos los derechos sobre Íñigo Ros. El club no ocultó su indignación con la forma de proceder del capitán. El futbolista informó por la mañana a sus compañeros y al cuadro técnico de su decisión. Incluso se despidió de ellos. Al conocer la noticia, Álvaro Cervera comunicó a Javier Somavilla el planteamiento del medio centro. Inmediatamente, la cúpula directiva estudió el contrato del jugador y cerró las puertas a cualquier salida, salvo que el futbolista abonara los tres millones. “Estamos decepcionados, porque no nos esperábamos este comportamiento”, indicó Somavilla. “El Real Jaén no recibió notificación alguna de rescisión unilateral del contrato federativo de Íñigo Ros. La entidad se remite a los contratos federativos suscritos con los jugadores que integran la primera plantilla para la rescisión de los  mismos. En consecuencia, el Real Jaén no ha admitido, admite, ni admitirá de forma bilateral y consensuada la rescisión de los distintos contratos sin el pertinente abono de las cláusulas de rescisión fijadas en los mismos”, llegó a decir el club. El origen en la diferencia de interpretación de la cláusula estriba, según los servicios jurídicos, en que el futbolista tenía, en el anterior contrato, una cláusula específica de 12.000 euros por la que podía salir, condición que ya no figura en el nuevo documento firmado a finales de junio de 2008. Por la tarde, tras las aclaraciones pertinentes y los asesoramientos adecuados, el asunto quedó resuelto y zanjado. El Real Jaén hizo la interpretación correcta y prevaleció el contrato de Íñigo Ros, que finalizará el próximo 30 de junio.