Griñán revisará su plan de ajuste para evitar duplicar los recortes

El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, confirmó ayer que los recortes anunciados por Rajoy que afectan a los funcionarios obligarán a 'revisar una por una' las medidas ya adoptadas por Andalucía para que los empleados públicos de la región 'no se vean perjudicados doblemente', informa Europa Press.

    13 jul 2012 / 15:50 H.

    La comisión delegada para la Hacienda Pública abordará el lunes las medidas del Gobierno y su similitud con el recorte en las nóminas de los funcionarios que recoge el plan de ajuste. Griñán convocará un pleno extraordinario en el Parlamento en julio para debatir sobre el nuevo escenario económico, tras los últimos recortes. La batería de medidas que presentó el presidente en el Congreso ha puesto el contador a cero, como si en los últimos meses la Junta, la oposición y los sindicatos no hubieran estado enredados en un complejo debate sobre los recortes a los Presupuestos de 2012. El plan de reequilibrio financiero fue el resultado de ese debate, la herramienta con la que la Junta respondió al compromiso de reducir el déficit público al 1,5% del PIB. La semana pasada se aprobó una modificación de las cuentas de 3.500 millones (mil en ingresos y 2.500 en gastos). La partida más significativa que se tocó fueron los sueldos públicos: 747 millones desglosados en una reducción del 5 al 10% del salario a funcionarios e interinos (a estos últimos también se les rebajó en proporción la jornada laboral) y una disminución de entre el 30% y el 40% en las pagas extra de junio y diciembre.
    La Junta apostó por bajar salarios en vez de prescindir de 24.000 empleados, y repartió el golpe “solidariamente” entre la plantilla. Pero Rajoy se ha apropiado de esa estrategia en esta segunda oleada de recortes, y ahora no está claro si la eliminación de la paga extra de Navidad de los funcionarios que plantea el Gobierno se va a sumar al ajuste andaluz, causando un doble perjuicio a los empleados públicos de la comunidad. Los sindicatos andaluces exigieron ayer a la Junta que renegocie el plan de ajuste “desde cero” y anunciaron para hoy una jornada de “brazos caídos” o “huelga de celo” en las administraciones contra de los últimos recortes. Griñán, como hizo el PSOE el día antes, esperará a mañana para ver la letra pequeña en el BOE, pero avanzó que si se confirma el doble ajuste esto “obligará a reestructurar y a cambiar lo que está en el real decreto (andaluz) para acompañarlo a la nueva decisión”. El plan de ajuste acaba de aprobarse por la vía de urgencia, pero el Parlamento lo tramitará como proyecto de ley, de modo que los grupos y los entes sociales aún pueden introducir cambios. Pero lo que planteó el socio de Gobierno (IU) no fueron modificaciones, sino paralizar el decreto. El portavoz de IU, José Antonio Castro, pidió a la Junta “no tramitar el plan de ajuste hasta ponderar bien lo que significa el presente”. “Es imposible seguir haciendo encajes de bolillos”, dijo, e instó al Consejo de Gobierno a mantener “una postura beligerante”. La posición de IU es muy frágil, ante los más duros de sus filas y ante los sindicatos que apoyaron su candidatura en las elecciones. No está en disposición de tragarse un sapo más gordo que el plan de ajuste. Si la coalición se planta, los ajustes se interrumpirían, y eso tendría dos efectos: uno vaticinado por el vicepresidente de la Junta y coordinador regional de IU, Diego Valderas: “La caída del Gobierno de coalición y el adelanto electoral”. Y el otro, augurado desde Madrid: incumplir el compromiso con la consolidación fiscal daría pie al Ministerio de Hacienda para intervenir las cuentas andaluzas, un órdago con el que llevan meses amagando. D. C. /Sevilla