El negocio de "Los Mondongos"

Varios miembros del clan de los “Mondongos” vuelven al banquillo de los acusados para responder por delitos contra la salud pública. La Fiscalía los acusa de estar detrás de uno de los mayores supermercados de la droga en la provincia. La familia se hizo fuerte en sus casas del Camino del Madroñal de Linares desde donde, presuntamente, dirigían un negocio que movía miles y miles de euros. Detenidos en varias ocasiones por la Policía en los años 2012 y 2013, y ya con condenas a sus espaldas, los “Mondongos” siguen manteniendo su inocencia. Lo volvieron a hacer ayer en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial y en el que la Fiscalía reclama más de veinte años de prisión.

30 jun 2014 / 22:00 H.


En el banquillo se sentaron la matriarca del clan, Francisca S. A., y dos de sus tres hijos varones, Antonio G. S. y Miguel G. S. También, están tres presuntos “colaboradores”, que los ayudaban a vender la droga directamente al consumidor y que, incluso, prestaba sus domicilio al clan como “narcosalas”. Es decir, como un lugar donde el yonqui se toma su dosis lejos de las miradas indiscretas. Los hechos se remontan a febrero del año 2013, cuando la Policía sometió a los acusados a una estrecha vigilancia. Los agentes descubrieron que vendían todo tipo de sustancias estupefacientes en distintas viviendas de Arrayanes y del Cerro. Para la Fiscalía, la droga era propiedad de los “Los Mondongos”, que se valían de los otros tres acusados para hacerla llegar directamente al consumidor.


Así, el 13 de febrero, los funcionarios registraron una de las viviendas del clan, ubicada en la calle Madroñal de Linares. Allí, hallaron 18 gramos de heroína, 54 gramos de cocaína y 105 de resina de hachís. Antonio, el hijo mayor, “apechugó” ayer con la culpa: “La droga es mía. Ni mi madre ni mi hermano sabían nada”, dijo al tribunal. Sin embargo, la Policía asegura que al entrar en la vivienda los tres miembros del clan estaban “preparando” el estupefaciente: “Cuando entramos, tiraron las bolsas a la chimenea”, explicó uno de los agentes.


En la casa había otros objetos que, según la Fiscalía, están relacionados con el “negocio” y que incriminan a todo el clan, pero que los acusados trataron de justificar. Así, de los 10.000 euros en efectivo encontrados dijeron que procedía de una indemnización por un accidente de tráfico.Los agentes también hallaron una libreta en la que, supuestamente, se anotaba qué clientes pagaban sus dosis y cuánto debían.Los “Mondongos” lo negaron y alegaron que eran los pagos que habían efectuado a los albañiles y fontaneros que le habían hecho una obra en su casa. Sobre una caja de medicamentos de los usados para “adulterar” la droga, uno de los acusados aclaró que se los tomaba como “vitaminas”.
El juicio se retoma hoy con la declaración de varios testigos protegidos.La Fiscalía pide, inicialmente, condenas para los seis acusados que suman 21 años de prisión y multas que oscilan entre los 10.000 y los 20.000 euros.