El cancerbero azulillo elogia la labor de sus compañeros de vestuario

Joaquín Andrés Moso echa la vista atrás para evaluar la trayectoria del equipo a lo largo de la temporada. En su opinión, el equipo demostró su profesionalidad y dejó constancia de su garra en el campo, a pesar de sus altibajos. Además, compartió el premio de Infierno Azulillo con todos sus compañeros.

    13 may 2009 / 14:31 H.

    El cancerbero azulillo, Moso, mostró su satisfacción por el final de la temporada del Club Deportivo Linares, ya que, después de una campaña llena de altibajos, la plantilla consiguió su objetivo principal, mantener la categoría. “Podemos considerar que hemos alcanzado el éxito si tenemos en cuenta cómo empezó la segunda vuelta del campeonato liguero. Cuando se evalúa la trayectoria del club desde el principio, poder afirmar que el año que viene seguiremos en el grupo cuarto de la Segunda División B es todo un logro, algo con lo que, en algunos momentos, sólo podíamos soñar”, comentó. En su opinión, la plantilla ha sabido responder en los momentos difíciles y sus miembros han sabido demostrar su gran profesionalidad.
    Por su parte, Moso fue el ganador del Premio Infierno Azulillo, una distinción que todos los años concede la peña del mismo nombre a los jugadores destacados. “Estoy muy contento. Que te den reconocimientos siempre es bonito y sirve para valorar el trabajo y el esfuerzo que has hecho. En cierto modo, lo quiero compartir con todo el equipo, que se ha esforzado conmigo”, recalcó. Aún no quiere hablar de renovación, ya que cree que es demasiado pronto. “Primero hay varios asuntos que arreglar. Después será el momento de tratar lo que hay pendiente y después hablar de otras cosas”, afirmó.
    Joaquín Andrés Moso Hernández, natural de Zaragoza, comenzó su trayectoria deportiva en el equipo representativo de la ciudad maña entre 1997 y 2001. De ahí pasó a militar en Segunda División A con el Gimnástic en la temporada 2001/2002. Al año siguiente defendió la portería del Albacete, donde despertó el interés del Éibar, que lo fichó para la siguiente campaña. En la temporada 2003/2004 jugó en Primera División con el Albacete, en el que se midió con los mejores jugadores de España. Al año siguiente volvió a la categoría de plata, con el Pontevedra, del que pasó al Hércules. Antes de engrosar las filas del Club Deportivo Linares pasó por el Osasuna B. En 2007/2008 debutó con la camiseta azulilla y, desde entonces, se ha convertido en el guardameta favorito de todos los entrenadores de la entidad. M. J. Velasco /Linares