De la Madeleine al gran duelo
C. de Torres / S. J. de Maurienne
El luxemburgués Andy Schleck demostró que está en el mejor momento de forma de su vida al vestirse de amarillo en la novena etapa disputada entre Morzine y Saint Jean de Maurienne, de 204 kilómetros, en un memorable duelo con Alberto Contador, en el que ambos eliminaron a todos los rivales, mientras que el triunfo parcial se lo llevó el francés Sandy Casar.
C. de Torres / S. J. de Maurienne El luxemburgués Andy Schleck demostró que está en el mejor momento de forma de su vida al vestirse de amarillo en la novena etapa disputada entre Morzine y Saint Jean de Maurienne, de 204 kilómetros, en un memorable duelo con Alberto Contador, en el que ambos eliminaron a todos los rivales, mientras que el triunfo parcial se lo llevó el francés Sandy Casar.
Enorme segunda etapa de los Alpes que confirmó que la batalla por el Tour la van a librar Schleck y Contador, los más fuertes entre los elegidos. En la legendaria Madeleine atacaron y dejaron en la cuneta a todos los rivales. Evans se despidió del amarillo en un día aciago para el australiano, que demostró que no es un corredor para ganar la carrera. La etapa la ganó Casar, veterano de 31 años que fue el más rápido entre los ocho corredores que disputaron el sprint. Ganó su tercera etapa en el Tour por delante de Luis León Sánchez (Caisse D’Epargne), quien perdió una gran ocasión y del italiano Damiano Cunego. Ahí viajaban Schleck y Contador, que se unieron a los escapados en el último kilómetro y aún disputaron la etapa. Samuel Sánchez aguantó el tipo a 52 segundos y se subió al tercer puesto del cajón. Su esfuerzo en solitario en la persecución le pasó factura.
Con el paso de los dos favoritos se confirmaba que son los únicos reyes del Tour. Nadie más. Causaron destrozos a los hasta ayer candidatos. Leipheimer, Gesink y Menchov cedieron 2.07 minutos; Armstrong y Basso, 2.50; Kreuziger, 3.48; Carlos Sastre, 4.55 y Cadel Evans, que se despidió de su sueño dorado, a ocho minutos. Un repaso en toda regla. El pequeño de los Schleck tiene a Contador a 41 segundos en la general y a Samuel Sánchez a 2.45. Ahí se vislumbra peligro. El año pasado el español no le sacó más de un minuto con sus ataques en la montaña. El Tour cobra interés y promete ser interesante hasta el último día.
La fuga de la jornada tuvo premio. Especial protagonismo en el Caisse D’Epargne, que metió en la avanzadilla a tres corredores, Luis León Sánchez, Iván Gutiérrez, dos campeones de España, y el veterano francés Christophe Moreau. En total doce corredores que ya pusieron asfalto por medio nada más salir de Morzine con permiso del pelotón, que aceptó la propuesta en espera de lo que pudiera pasar en La Madeleine. La subida a La Madeleine provocó dolor de piernas. La revolución llegaba al Tour de Francia 2010. Cuando restaban siete kilómetros para coronar tan ilustre cima instalada a casi 2.000 metros de altitud, reventó Evans y el Astana quemó las naves al frente del batallón. Dani Navarro arrancó la moto, remolcó unos instantes a Alberto Contador y Andy Schleck y se sumó a la fiesta Samuel Sánchez. Andy está exultante. Va a ser algo más que un sueño que quiere el maillot amarillo. Hecha la selección atacó a Contador dos veces, sin éxito, y luego le pidió relevos cuando vio que no había manera de soltarle. El mano a mano esperado en estado puro. Contador y Schleck coronaron La Madeleine a 2.10 de los escapados y Samuel, a 2.54. El gigante alpino había destrozado ya a Evans, con un retraso de más de siete minutos. Basso y Armstrong viajaban a cuatro. Hasta la meta 32 kilómetros de vertiginoso descenso y un tramo llano. Luis León y sus tres compañeros de escapada tenían 1.35 minutos de renta a 10 kilómetros de meta sobre Andy y Contador, pero los jefes del Tour llegaron a tiempo de unirse a los aventureros en el último kilómetro. Sprint entre siete y gana el más rápido e inteligente, Casar, que se movió en su momento.