CD Linares. Entre la vida y la muerte
Emilio Prieto / Linares
El CD Linares vive, desde hace meses, una situación turbulenta. Las denuncias presentadas por los jugadores, el nulo fondo económico existente y los cambios en los propietarios transforman a un equipo que, con una buena plantilla, carece de una acorde gestoría económica e inversora.
Emilio Prieto / LinaresEl CD Linares vive, desde hace meses, una situación turbulenta. Las denuncias presentadas por los jugadores, el nulo fondo económico existente y los cambios en los propietarios transforman a un equipo que, con una buena plantilla, carece de una acorde gestoría económica e inversora.
Con el abandono de Delfín Cañas como propietario de la entidad y la puesta en práctica de la ley concursal, el club ha dado muchas vueltas en pocos meses. Es cierto que la intención del ex titular era convertir al Linares en sociedad anónima deportiva, algo que no llegó a cuajar dada la gran deuda existente.
Tras su rápida marcha, hubo dos reuniones. La primera, en el Hotel Aníbal. En ella se propuso la candidatura de Julio Peralta. La última se desarrolló en Madrid, en el despacho del propio abogado de Cañas, y sirvió para materializar la cesión del club a Peralta. Sin embargo, el peso del débito recaía sobre el nuevo gestor, que intentó cubrir, con una serie de pagarés, los aprietos por los que el equipo pasaba. Todo el esfuerzo del empresario fue en vano. Al juzgar dudosa la participación por parte del Ayuntamiento, Peralta se fue y lo dejó en manos de MV Asociados, una firma que se dedica a reflotar otras compañías con problemas.
La nueva sociedad se presentó en una rueda de prensa y prometió elaborar un plan de viabilidad capaz de solventar los problemas, diseñar un presupuesto acorde a las necesidades de la entidad y pagar los honorarios pertenecientes a los jugadores durante los meses de mayo y junio. Esta última propuesta no se llegó a contemplar, por lo que MV entró en conflicto con los administradores concursales que creían “inviable” presentar un plan como ese “sin querer financiar ni siquiera la propia ley concursal”. No obstante, la compañía confeccionó un programa basado en un presupuesto de 1,2 millones de euros que no consiguió respuesta alguna por parte de la propia administración concursal. Finalmente, MV Asociados dejó el club linarense.
Ante una situación bastante inestable y llena de incógnitas, una plataforma ciudadana, “Azul y Blanco”, formada por un conjunto de aficionados que se sienten “engañados”, reivindica los derechos de una plantilla que desde hace seis meses no cobra los salarios pertinentes. Proponen movilizaciones sociales y sentadas frente al Ayuntamiento. El colectivo pretende apoyar a la entidad mientras esté en Segunda B y en, caso de que se consume el descenso a Tercera, la estrategia sería otra. Se baraja, para el próximo 31 de julio, fecha en la que expirará definitivamente el plazo para pagar los sueldos adeudados a los futbolistas, una asamblea de carácter extraordinario para dar un nuevo empuje al proyecto.
El tiempo será quien dé o quite la razón a unos u otros sobre el futuro de una afición que se siente utilizada. Los seguidores no dejan de reclamar una respuesta a los muchos interrogantes que se ciernen sobre un club histórico que está entre la vida y la muerte.