Alexander Grischuk, un maestro con muchos retos por delante
M. J. Velasco /Linares
El joven ajedrecista Alexander Grischuk consiguió su primera Cabria de Plata gracias a la solidez de su trayectoria, resultado de su alta combatividad. Tres victorias, diez tablas y una derrota premiada como la mejor partida del torneo son sus resultados. Alexander Grischuk nació en la capital de Rusia el 31 de octubre de 1983. Es uno de los más brillantes jugadores de ajedrez rápido del mundo, que llegó a obtener el mejor registro en el Internet Chess Club (ICC).
M. J. Velasco /LinaresEl joven ajedrecista Alexander Grischuk consiguió su primera Cabria de Plata gracias a la solidez de su trayectoria, resultado de su alta combatividad. Tres victorias, diez tablas y una derrota premiada como la mejor partida del torneo son sus resultados. Alexander Grischuk nació en la capital de Rusia el 31 de octubre de 1983. Es uno de los más brillantes jugadores de ajedrez rápido del mundo, que llegó a obtener el mejor registro en el Internet Chess Club (ICC).
Con tan sólo 17 años participó en el Open Ciudad de Linares y el hacerse con su primera Cabria de Plata supone para él la confirmación de un gran paso en su evolución como profesional. “Ahora planteo mejor mis estrategias”, afirma.
Entre sus múltiples logros se encuentra el alcanzar la semifinal en el Campeonato Mundial en Nueva Delhi, donde perdió contra Shirov en 2000. Dos años después, acabó en segundo lugar en el Torneo Corus, Wijk aan Zee que se celebra en Holanda. En 2004 fue finalista del campeonato de su país de origen, pero quedó en segundo puesto al perder ante el mismísimo Gari Kasparov. En 2006 ganó el Campeonato Mundial de Partidas Rápidas de Rishon Lezion (Israel). En la actualidad es el cuarto mejor jugador de Rusia y el decimocuarto del mundo según el escalafón de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE). Cuando este año acudió al Torneo Intercontinental de Ajedrez Ciudad de Linares no era uno de los favoritos, ya que muchos especialistas se decantaban por el campeón del mundo, Viswanathan Anad, o por Vassily Ivanchuk, que ya se hizo con la Cabria de Plata en 1991. La solidez de su trayectoria a lo largo de las catorce rondas hizo que finalmente se alzase con el máximo galardón. Su primera victoria fue ante el chino Wang Yue, en la segunda jornada y, dos rondas después, volvió a encontrarse con el triunfo ante Teimour Radjabov e hizo lo propio con blancas ante Levon Aronian. Firmó tablas en el resto de sus encuentros, excepto en el que disputó con negras ante el Morzart del Ajedrez, Magnus Carlsen. Pero hasta en la derrota fue afortunado, ya que aquel cara a cara en la duodécima ronda fue una lección magistral de ambos y será recordada como la más trepidante de esta edición, por lo que los dos grandes maestros fueron premiados en la ceremonia de clausura de la competición. Admirador de Gari Kasparov y su compatriota Anatoli Karpov, el joven ajedrecista aún tiene mucho camino por recorrer y es consciente de que tiene opciones para convertirse en campeón del mundo.