Y yo me iré....

07 may 2020 / 08:00 H.
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Yte has ido y se han quedado los pájaros cantando; y te has ido y se ha quedado todo: el verde árbol y el azul cielo. Y te has ido y se ha quedado el agua que fluye, el sol que sonríe y la luna que nos adormece; y te has ido y se ha quedado el día que despierta y la noche que duerme; y te has ido y las campanas siguen sonando y el pueblo se sigue despertando; y te has ido y se ha quedado el color de las flores y el olor del campo.

Pero sí, te has ido sin hacer ruido, como el que se despide sigilosamente para no despertar a nadie; te has ido y nos has dejado sin apenas habernos dado cuenta de tu ausencia porque aún creemos que volverás, que regresarás como cualquier fin de semana, que nos saludarás y nos abrazarás, que nos sonreirás... porque aún no somos conscientes de que te has ido.

Mas cuando todo esto acabe, te celebraremos porque tu presencia era vida, era fuerza, era genio, era arranque, era grandeza, era corazón. Y nos juntaremos, nos abrazaremos y así te recordaremos y te veremos entre aquellas salidas de adolescentes, aquellos bailes y aquellas fiestas, aquellos días de campo y aquellas grandes confidencias. Y seguiremos recordando aquellas bodas en las que todo nos quedaba por andar, aquellos nacimientos que enriquecieron nuestras vidas, aquellos primeros dientes y aquellos primeros pasos que nos parecían los mayores logros, aquellos cumpleaños infantiles, aquellas experiencias vividas y compartidas, aquellas risas y aquellos llantos porque de todo eso se conforma la amistad. Una amistad que ahora quiere ser recordada y tejida línea a línea, palabra tras palabra porque esto es lo que nos queda: palabras para imaginarte, para recrearte, para no olvidarte.

Y te has ido, como tantas y tantas otras personas, víctimas de un horrible, perverso y cruel enemigo invisible, asaltadas sin piedad. Pero habéis irrumpido y nos habláis en estas mañanas de mayo, porque sí, porque quiero verte en ellas: en los pájaros que cantan, en el verde árbol y en el azul cielo... ¡Hasta siempre, amiga mía!

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