“Una persona apacible y llena de sentido común”

03 mar 2019 / 08:00 H.

Enrique Berlango López pasó los últimos años de su vida en Alcalá la Real, hasta donde se trasladó desde su aldea natal, Ribera Baja. En la ciudad de la Mota llevaba una existencia tranquila y apacible, como colofón a una dilatada existencia. Falleció ya nonagenario. Sin embargo, mantuvo casi hasta el final una salud de hierro. Era frecuente verlo mientras tomaba el sol en un banco.

Me tropezaba con él en ocasiones y el encuentro, desde un tono siempre correcto y cordial, discurría por cuestiones relacionadas con el campo y el mundo de antaño. Siempre daba consejos sensatos con el aquilatamiento que da la longevidad.

En verano de 2017, él fue protagonista, junto con otros mayores de Ribera Baja, de una exquisita entrevista sobre su trayectoria vital. Gracias a este ameno texto se descubre la curiosa historia de un hombre con tres nombres. Fue bautizado como Jorge, aunque en la mili descubrió que tenía que responder al nombre de Jorge. Sin embargo, al volver a la aldea, tras la instrucción, era conocida prácticamente por todo el mundo con el cariñoso apelativo de Frasquito. Su última respuesta al cuestionario era todo una declaración de intenciones y de convivencia: “Lo más importante es llevarse bien y no tener envidia unos de otros”.