Amigo, compañero pero, sobre todo, maestro

11 jul 2019 / 08:00 H.

Con suma tristeza me llegó la noticia del fallecimiento de un entrañable amigo y compañero, pero sobre todo maestro. Fernando García Camazón, una de las voces peculiares de la radiodifusión jaenera a través de Radio Popular de Jaén, hoy COPE JAEN, nos dejó a los 78 años de edad.

Fernando García, llegó a Jaén desde Madrid para formar parte de la plantilla de la emisora diocesana enclavada en la cuarta planta de la calle Obispo González, 2, en el edificio del obispado. Se hizo cargo de la redacción deportiva, como entendido del deporte que era, y fiel seguidor del Atlético de Madrid. Sus programas hicieron historia en el panorama deportivo de nuestra provincia y, sobre todo, sus retransmisiones deportivas de los encuentros del Real Jaén, o de cualquier otra actividad que se presentara. Su poder de improvisación era inigualable. No hacía falta que se preparara nada, porque podía hablar de cualquier tema, sin dudar un solo instante, con una brillantez excepcional.

Cuando muy joven, con apenas 17 años, llegué desde mi pueblo, Torredonjimeno, a Radio Popular de Jaén, tras ser nombrado corresponsal, me presentaron a los integrantes de la plantilla, Paco Martínez, que era el director, a Juan Antonio Ibáñez, Juanita Pastor, José María Navarro, Mati Ruiz, Felipe Cobo, Amador Martos, Ángel Sánchez. el padre Lorenzo Ortiz, y otros muchos más. Sin embargo, el que más impactó fue Fernando García pues, como fiel seguidor de la información deportiva que era yo, era al que asiduamente oía. Desde un primer momento hubo ‘feeling’, una gran conexión entre los dos, a través de la colaboración que le aportaba en los programas deportivos.

Recuerdo el espacio diario que se emitía a primeras horas del mañana, ‘Popular Deportivo’, o el clásico en aquellos años, ‘Sábado Deportivo’ en el que, en la sobremesa del sábado, se analizaba toda la jornada deportiva del domingo. No puedo olvidar el ‘Tiempo de Juego’ de los domingos, en los que se conectaba en directo con distintos campos de la provincia, Linares, Martos, Úbeda, Andújar, La Carolina, Torredonjimeno...

Gran parte de mis conocimientos para desarrollar la labor profesional, los adquirí de Fernando, por lo que siempre le estuve, le estoy y estaré, eternamente agradecido. Me aconsejaba y me rectificaba todo lo que él creía que no había hecho correctamente. Compartimos muchos momentos de nuestras vidas, no solo en el día a día, mesa con mesa, sino en los cientos de viajes que durante tantos años hicimos siguiendo al Real Jaén. Sus narraciones eran únicas, con ritmo y, dentro del poder de imaginación que ofrece la radio, colocando a los oyentes en la mejor butaca de sus hogares, para que siguieran, con todo lujo de detalles, como si estuvieran en el estadio, lo que acontecía en los campos donde jugaba el Real Jaén. Recuerdo aquellas Vueltas Ciclistas del Olivo, que emitíamos en directo desde la misma carretera; las presentaciones de actos y espectáculos, concursos... nada se le resistía a Fernando, un gran locutor, un excelente comunicador y un magnífico periodista, a la hora de ofrecer las noticas en los informativos de cada día.

Y no puedo olvidar los discursos que ofrecía desde el balcón central del Ayuntamiento de Torredonjimeno, cuando participaba en la cabalgata de Reyes. Allí también se hizo con la amistad de muchos tosirianos, pero sobre todo de la de Federico Puche, que para él fue como un hermano. Los últimos años de su vida los consumió en Oviedo, donde reside, por motivos laborales, su hijo Antonio Jesús, al que le mando un fuerte abrazo y mi apoyo, ante tan sensible e irreparable pérdida.

En fin, amigos, podía estar escribiendo tantas cosas de Fernando García, que este obituario no se acabaría. Pero sirvan estas líneas para recordar a una persona, entrañable y gran profesional, que siempre será parte de la radiodifusión y del periodismo jienense. Fernando, gracias por tu implicación en mi progresión profesional y, repito, gracias por todo lo que me enseñaste, con tus consejos y lecciones, para ejercer la profesión de periodista, al menos eso lo intento cada día, con la misma dignidad que lo hiciste tu. DEP, maestro. Paz y bien.