Tres hermanos y un destino, mimar a sus animales

Los ganaderos llegan a la Dehesa de El Porrosillo, en Segura de la Sierra, desde los campos del Hernán Pelea, en Sierra Morena, donde han pasado el invierno con sus rebaños

10 jun 2019 / 16:56 H.

Merecido homenaje basado en el cariño. Miguel Mesa es un ingeniero industrial conocedor de la labor que los pastores han realizado durante milenios en Segura. Muy relacionado con la trashumancia, manifestación representativa del patrimonio cultural inmaterial, que se encuentra en plena verea de verano, decidió presentar un proyecto divulgativo en la Universidad de Jaén con el objetivo el dar a conocer la actividad en la provincia. Todo comenzó en 2016 cuando se unió a tres pastores, conocidos como “Los Carlillos”, de la Matea, a quienes acompañó en uno de sus caminos hacia los campos en busca de agua y pastos para sus animales, un primer viaje que se repetiría hasta seis veces.

Fue el elemento inspirador para que, este aprendiz de pastor, planteara una investigación que trata sobre “la verea circular”, que realizan los pastores de la zona de Santiago a Sierra Morena. La Universidad derivó el proyecto a el Aula Verde con la que se acordó ponerla en practica. En estos meses, se celebró una charla del propio Miguel Mesa en la antigua escuela de magisterio en la que abordó el concepto de la trashumancia, la identificación de rutas, ganado y demás. Asimismo, también se realizó una parte practica con el acompañamiento de un grupo de alumnos a los ganaderos. Por último, en septiembre, se expondrá una muestra con 64 fotografías donde se explica esta practica.

Experiencias que se convierten en regalos vitales. Con la llegada de la verea de verano, cuando los pastores regresan a Segura, un total de 64 estudiantes, tanto de la UJA como la de mayores, tuvieron la oportunidad de vivir, en primera persona, la vivencia que Miguel Mesa ha compartido con los hermanos García en seis ocasiones. A su paso por San Juan y hasta Torreperogil, los estudiantes acompañaron a los ganaderos que iban camino hacia la Dehesa el Porrosillo, en Segura de la Sierra. “Una experiencia que cambia totalmente cuando se puede comprobar por uno mismo y se ve el enorme trabajo que realizan los pastores”, afirmó Manuel Mesa, responsable del proyecto.

Los responsables de que Miguel Mesa terminara profundamente enamorado de una practica tan antigua como la trashumancia, tienen nombres y apellidos. Son Daniel, Domingo y José Carlos García Rico, aunque los hermanos son conocidos como los “Carlillos”. Junto a ellos, Mesa puedo vivir la “verea circular”. Cuando llega el frío, los hermanos comienza su camino a Sierra Morena. En verano, lo hacen a través de Navas de San Juan, Torreperogil o el Puente de las Palomas, entre otros, hasta llegar a El Porrosillo. Lo hacen por el agua, puesto que en la de verano se cruzan con cuatro ríos, donde el ganado, que es lo más importante, tiene mayores opciones.