Un recorrido visual por el legado trashumante en tierras jiennenses

La exposición fotográfica
de Miguel Mesa es uno de los atractivos de “Expohuelma”

23 ago 2019 / 11:14 H.

En los 12.000 metros cuadrados de superficie con los que cuenta “Expohuelma” en esta trigésimo sexta edición hay un espacio privilegiado dedicado a la fotografía. Será durante toda la celebración de la feria, hasta el próximo domingo. Como no podía ser de otra forma, el mundo rural, y, en concreto, el de la trashumancia, es el tema que da sentido a esta particular muestra.

“Hitos históricos en las rutas trashumantes en la provincia de Jaén”. Tal es el título de la muestra en cuestión. Su autor, Miguel Mesa Molinos, ha conseguido, a través de la misma, reflejar el pasado de las rutas trashumantes en la provincia. Lo hace no sólo con las fotografías, sino también ayudado por una serie de textos que acompañan a las mismas. La exposición se centra, sobre todo, en la llamada “verea circular” que siguen los pastores y ganaderos de Santiago-Pontones, y es que, a lo largo de la misma, se halla una serie de “hitos históricos”, tal y como los define el propio Mesa. Se trata de senderos como el Camino de San Juan de la Cruz, situado entre Beas de Segura y Caravaca de la Cruz; el “Empedraillo”, en las proximidades de Beas, y el Camino de Aníbal, que forma parte del camino argárico que une Cástulo con Cartago Nova y que se creó en la Edad del Bronce. Además estos senderos, circulando por la verea nos encontramos con muestras de arquitectura civil como el Puente Mocho, santuarios como el de la Cueva de la Lobera”, en Castellar y de origen íbero; la Ermita de San Andrés y la venta del mismo nombre, en Santisteban. Por último, también hay un conjunto de castillos que fueron árabes, primero, y que, más adelante, pasaron a pertenecer a la Orden de Santiago, en municipios como Hornos, Chiclana de Segura y Montizón, entre otros. Todos estas construcciones forman parte de lo que se conoce como la “verea de abajo”.

En la “verea de arriba”, según muestran las fotografías, nos trasladamos al Renacimiento al atravesar el Puente Ariza ola Cañada Real del Paso, entre Sabiote, Úbeda, Baeza y Torreperogil; también con la Ermita de Nubla, junto a los restos del torreón homónimo del siglo XIII. Si se sigue por el río Cañamares, por el puente romano, terminamos, al final de la verea, transitando por los Caminos de Piedra, en las cumbres de Cazorla, antes de llegar a los Campos de Hernán Pelea, en Santiago-Pontones.

Todo ello se detalla de manera pormenorizada en los textos que acompañan a algunas fotografías, que se van relacionando con otros para establecer un hilo conductor que ofrece un atractivo añadido a los visitantes. En definitiva, la muestra es una forma perfecta de conocer nuestro pasado rural, a la vez que parte del legado arquitectónico de la provincia para, del mismo modo, fundirlo con el presente.