“El diálogo con Cataluña no va a ir contra el resto de España”

El presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez, prometió ayer que el diálogo para afrontar el problema con el independentismo en Cataluña no irá en detrimento de las necesidades de otras autonomías.

“Superar el conflicto que divide a los catalanes entre sí y que tensiona lógicamente las relaciones entre Cataluña y el conjunto del país es fundamental para seguir avanzando. Pero la atención a ese problema no se hará en perjuicio de otras necesidades territoriales apremiantes”, garantizó en su intervención ante el Comité Federal del Partido Socialista, reunido ayer en Madrid.

Sánchez nombró a continuación algunas de esas necesidades urgentes. “Extremadura necesita un tren digno y lo necesita ya; Murcia necesita que el Mar Menor recupere la vida que tuvo; Castilla y León pide que aunemos fuerzas para revertir la despoblación, todos los agricultores de España miran con preocupación al debate de la PAC en Bruselas y piden la defensa de sus derechos y su economía”, enumeró el Presidente.

“Cada uno de los ciudadanos y ciudadanas de España esperan atención a sus demandas. Mi compromiso es que la tendrán”, afirmó Sánchez, respondiendo a los temores que los presidentes de Aragón y Castilla-La Mancha, Javier Lambán y Emiliano García-Page, respectivamente, expresaron con respecto a que los independentistas catalanes reciban un trato de favor económico en detrimento de otras autonomías.

En sus palabras ante el máximo órgano entre congresos del PSOE, Sánchez también enumeró los principios sobre los que se basará el diálogo que se dispone a entablar con el Govern catalán. En primer lugar, ese diálogo buscará alcanzar “soluciones compartidas y viables que representen a una amplia mayoría de catalanes”. “Queremos y necesitamos un acuerdo tan amplio como el que alumbró el primer autogobierno de Cataluña al amparo de la Constitución”, señaló Sánchez.

Pero para que este diálogo avance y prospere, necesitará, advierte el presidente del Gobierno, de “estabilidad política en España y en Cataluña”, en primer lugar, así como de una “confianza creciente entre los interlocutores, abordando primero los asuntos donde las posiciones están más cercanas”, esto es, aparcando la reivindicación de los independentistas sobre la autodeterminación.

Sánchez se refirió al conflicto con el independentismo en Cataluña como uno de los retos principales que su Gobierno se dispone a afrontar. “Debemos superar estas tensiones territoriales”, urgió.