Dimisiones en cadena

En cuadro así se ha quedado el consejo de administración del Real Jaén SAD. El goteo de renuncias de los últimos meses terminó por una dimisión en masa de los últimos cuatro consejeros que quedaban: Tania Munuera, David Piedra, Roberto López y Manuel Molinero. Entre el pasado lunes y el martes comunicaron su decisión a Andrés Rodríguez y ayer escenificaron su marcha de la entidad en una notaría de la capital. Ninguno de ellos se ha manifestado de forma pública, aunque sus entornos han justificado sus dimisiones por no estar de acuerdo con las decisiones tomadas por el presidente y máximo accionista, que tomó el control del club después de la marcha de Tomás Membrado, y también por cuestiones personales y laborales. Las últimas declaraciones de Andrés Rodríguez, en las que instó a los aficionados a que no acompañarán al equipo en los desplazamientos para que el “equipo rival y las aficiones no se crecieran”. Esta postura, que después la rectificó a medias en Canal Sur, no ha gustado algunos de los ya exconsejeros del Real Jaén.

La situación institucional preocupa a los peñistas, abonados y aficionados del Real Jaén, porque hace unos meses asistieron a la marcha de otros cuatro consejeros, justo unas semanas después de disputarse el play de off de ascenso contra el Algeciras. En esa ocasión, presentaron su dimisión Juan de Dios Vacas, Enrique López Bonoso, José María Cano y Antonio Sánchez Cañete, que realizaron un labor enfocada a impulsar la declaración del Real Jaén como Bien de Interés Cultural de Andalucía, un proyecto que ilusionó a Membrado debido a que se trabajó en los orígenes del fútbol en la ciudad jiennense. Además realizaron una importante labor a la hora de restaurar trofeos, un trabajo en la sombra que fue reconocido por los seguidores. Eso sí, prácticamente no se les consultó sobre la situación deportiva y económica de la entidad y de algunas de las decisiones se enteraron por los medios de la comunicación. Nunca formaron parte del núcleo que tomaba las decisiones importantes en el Real Jaén. De ahí, que tras acabar la campaña pasada se marcharan del club. El siguiente consejero que dimitió fue Miguel Segovia, “fichado” por Membrado para tratar de dialogar con el Ayuntamiento de Jaén, sobre todo para mediar en contar de nuevo con agua potable en el Estadio de La Victoria, después de cortar el suministro la empresa Aqualia debido a la deuda que tiene la entidad.

Segovia participó en algunos actos en la pretemporada junto con Tania Munuera, pero una vez que Tomás Membrado dio un paso atrás, el portavoz se marchó del Real Jaén. Bernabé Cobo, una de las personas que estaba desde el primer consejo de administración junto con Munuera y Roberto López, dimitió hace más de un mes y lo hizo con la sencillez que le caracteriza. Componente de la Asociación de Pequeños Accionistas, Cobo se encargó de asuntos económicos en el consejo de administración. Andrés Rodríguez tuvo palabras de elogio para los consejeros que han dimitido. “ Hemos de estar muy agradecidos por su inmensa labor en nuestra sociedad anónima deportiva”, dijo el presidente, que admitió que habían dimitido de sus cargos en las últimas horas.

Esta situación llega cuando el equipo marcha segundo, los jugadores, con el dinero de las multas recaudas pagan el alquiler del campo de la Universidad, y además desde el comienzo de las sesiones de entrenamiento se lavan ellos mismos las camisetas con la que se entrenan y juegan los partidos.