Leo Messi dicta su ley y guía
al Barcelona a una goleada

El argentino marca dos tantos y ofrece asistencias

30 oct 2019 / 08:59 H.
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El FC Barcelona ganó con solvencia al Real Valladolid CF (5-1) en el Camp Nou, en la undécima jornada de LaLiga Santander, para recuperar el liderato y de paso reencontrarse con un gran fútbol, dejando atrás la cierta mala imagen final en Praga y haciendo pagar a los pucelanos sus ganas de fútbol tras ser aplazado el Clásico del pasado fin de semana. Tenía motivos y razones el Barça para jugar como lo hizo. En casa, en un Camp Nou al que le birlaron la fiesta del duelo ante el eterno rival el pasado sábado, y siendo el último partido el sufrido triunfo ante el Slavia Praga (1-2), el equipo blaugrana salió a por todas y tuvo acierto para plasmar su “manita” en el marcador. Fue titular el joven Ansu Fati, de nuevo en el equipo, marcó Leo Messi la mitad de los goles que acumula en esta Liga, se reencontró con el gol Luis Suárez y regresó al equipo, tras lesión, Sergi Roberto. Todo ello mientras la fiesta goleadora culé iba en aumento y dejaba en anécdota el 1-1 momentáneo logrado por el Valladolid. Llegó en una serie de cinco partidos invicto el equipo de Sergio González, que dispuso un 3-5-2 que pronto cambió, por la lesión de Nacho a la media hora, a un 4-4-2. Pero, ni con un sistema ni con el otro, pudo el Valladolid frenar a un Barça que tuvo el balón y, con él, el metrónomo del duelo. Aceleró y frenó cuando quiso y como quiso, apretando de nuevo para abrir brecha en el marcador cuando el 2-1 podía empezar a inquietar.En el Barça no querían otro Praga, y no querían sufrir ante un Valladolid que el año pasado les puso en serios aprietos, pese a no rascar tampoco punto alguno. Ernesto Valverde movió bien al equipo, liderado en el césped por un Leo Messi que hizo doblete y dio dos pases de gol, a Vidal y a Luis Suárez. La lata se abrió pronto, a los tres minutos, y con fortuna, la que tuvo Clement Lenglet al rematar un balón rechazado y ver cómo Barba desviaba la trayectoria de su disparo. Pero, todo sea dicho, el empate del Valladolid también se originó en la suerte que tuvo Olivas para rematar.

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