La explosión goleadora de Pekes

Pekes se ha destapado como un realizador y es la bandera del Linares con 12 tantos

31 ene 2018 / 09:18 H.

El sentimiento de pertenencia para la grada de Linarejos siempre ha tenido un carácter especial. La azulilla no es una afición que mire con ojos diferentes a lo que viene de fuera respecto a lo propio, pues muchos son los ejemplos de futbolistas de otras tierras que han dejado huella. Los muros del vetusto estadio han disfrutado de arietes como Catanha, Bordi, Rafa Payán, Curto o Chus Hevia pero, en su historia reciente, nunca han visto a goleadores de la casa hacer carrera en el club. Sin embargo, este año, la grada sonríe de forma cariñosa con cada tanto de uno de los suyos. Miguel Ángel Cano, “Pekes” quiere ser la excepción que confirme la regla y, tras un inicio algo dubitativo, se ha liberado toda la presión a base de goles. El jugador nacido en Sabiote se ha convertido en la bandera del equipo.

El verano de 2017 no pudo acabar de mejor forma para él, pues la pretemporada echó el cierre y el canterano fue el “pichichi” del equipo. Desde fuera, se le reclamó un puesto en el once, pero Joseba Aguado decidió ir con pies de plomo. La exigencia de la grada es de sobra conocida y el ambiente entorno al club estaba suficientemente caldeado como para “quemar” a un joven de 20 años recién cumplidos. Fue suplente durante el primer mes y medio de competición pero todo cambió en la jornada 10. La lesión de Javi López y la poca adecuación de José Manuel al puesto de “9” le dieron la oportunidad. Pekes, después de llamar con sutileza a la puerta en los meses de verano, ha decidido tirarla abajo—acumula doce tantos en quince titularidades—. Ya sea jugando como única referencia o formando doble punta con Pablo Aguilera, el canterano es el ejecutor que su equipo reclamaba. Es cierto que la llegada de Aguilera le ha liberado parte de esa responsabilidad ya que, hasta el fichaje del ex jugador del San Fernando cedido por el Real Murcia, la práctica totalidad de la producción goleadora recaía sobre él. En ese sentido, las seis anotaciones de Pablo Aguilera son una bombona de oxígeno. Y es que contar con dos especialistas del gol es una fuente constante de confianza para el colectivo, pues un tanto siempre tiene un efecto psicológico que tiende a minusvalorarse. Para el colectivo es oro, ya que permite ganar aunque el juego no acompañe y, así, trabajar sobre dinámicas de victoria es mucho más sencillo. En cuanto a lo que el equipo pide de él, Pekes sabe exactamente qué hacer y cómo. A falta de una desarrollo físico que irá ganando con los años, siempre intenta huir del contacto con los defensas —en su mayoría, curtidos en la categoría— para exhibir su principal virtud: el desmarque a la espalda de los centrales. Por lo general, esos desmarques comienzan con un movimiento de fuera hacia dentro, para zafarse del marcaje y poder romper al hueco libre de marca. Con gente por detrás con el último toque de Barba o Sergio Ortiz sus movimientos obtienen réditos continuos. Y, una vez que genera la ventaja, se está mostrando muy acertado en la definición. La confianza y el saberse importante tienen mucho que ver con ello. En los pocos partidos que disputó con el primer equipo el curso pasado e, incluso, en los primeros de este, se atisbó en él una ansiedad por marcar que podía lastrarle. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, pues la seguridad es algo vital a la hora de cobrarse la cuenta en el fútbol. Valga de ejemplo lo que, hace ocho años, recordaba en una entrevista Gonzalo Higuaín. En ella, citó una frase que Ruud Van Nistelrooy le dijo mientras ambos compartían vestuario en el primer año del argentino en Madrid. El Pipita estaba desacertadísimo de cara a puerta y el holandés quiso ayudarle exponiéndole su teoría del kétchup. Ruud afirmaba que los goles son como el kétchup de un bote: “A veces no sale por mucho que lo intentes pero luego viene todo de golpe”. Y a Pekes le ha sucedido algo muy similiar. El tarro se le ha derramado de tanto golpearlo y el equipo lo está aprovechando para servirse los mejores platos. Hasta la fecha, ha dejado goles de una calidad técnica destacable. La definición con la izquierda frente a la UD San Pedro, el tanto a bote pronto ante el Vélez CF, el disparo cruzado contra el Loja o el chut lejano en Málaga son ejemplos de que se trata de un definidor notable definidor. Pekes ha crecido de forma destacada en estos últimos dos meses pero su techo como futbolista todavía tiene mucho recorrido. Y Linarejos reza para seguir disfrutándolo bajo sus faldas, al menos unos años más, a sabiendas de que antes o después puede volar lejos. Está renovado de forma inmediata cuando cumpla 25 partidos, como anunció Jesús Medina, presidente de la entidad. La juventud toma el poder en el Linares Deportivo.