Histórico Jaén FS con Espíndola gigante en la portería
Pasa por primera vez a la final para disputarle al Barça el título nacional de Liga de fútbol sala tras ganar (1-0) al Palma Futsal
Le espera el Barça, que es incluso más dominador en la Liga de fútbol sala que su equipo compañero de fútbol. Pero para llegar por primera vez en su historia al play off final que se va a disputar al menor de cinco partidos, el Jaén FS Paraíso Interior ha bordado, con trabajo, sacrificio y talento, unos cuartos y unas semifinales que quedan ya grabados en al memoria de la afición, esa incansable Marea Amarilla. Primero eliminó a ElPozo Murcia ganando 1-3 en el segundo y decisivo partido. Al Palma Futsal le ganó en Son Moix 2-5 en un encuentro memorable. Y esta noche en el Olivo Arena, que ya es una pista de referencia en el concierto de la Liga por su gran ambiente, ha finiquitado el envite con un gol de Alan Brandi en el minuto 24. Los mallorquines, que saben lo que es ser campeón de Europa, plantaron cara y han llegado a dominar fases del partido. Y han tenido buenas oportunidades. Además del gran trabajo defensivo del equipo amarillo, la gran noche, la actuación de gigante del portero jiennense Espíndola, ha abrochado la clasificación para la final. Y la Marea Amarilla, que nunca falla.
Espíndola había frenado un contragolpe casi mortal en el minuto 25 uno después del gol de Alan Brandi. En el 27 detiene un chutazo de Cainan. En el 29 hace lo propio con otro disparo de Marlon. Y en el 37 le hace un paradón a Eloy Rojas. ¡Bravo! Elogio que hace trasladar a todo el equipo por su trabajo, por aguantar al Palma cuando más le encimaba y por fabricarse también oportunidades después del gol. Tuvo el segundo Attos con un disparo que dio en el lateral de la red en el minuto 34. Antes, Chino vio como Muller, el portero mallorquín, le paraba su chut en un doble penalti. Y otra buena parada de Muller en el minuto 33 a tiro de Renato, que replicó en la jugada siguiente Espíndola tocado por la gracia de los guardametas inspirados en noches grandes. Era el mismo minuto, el 33. Hasta el 40 tensión, nervios, empuje desde la grada y concentración en la pista hasta el estallido final de alegría.