El mejor regalo llega cuando más se necesitaba

La resaca copera no se borrará de la memoria de los aficionados del Real Jaén en mucho tiempo. El pase a segunda ronda de la Copa del Rey con la eliminación de todo un equipo de Primera División como es el Deportivo Alavés — y con lo que conllevaba este conocido cruce—, fue noticia obligada de toda la prensa deportiva nacional. La primera gran sorpresa de esta competición no pasó desapercibida y no son pocos los que hablan ya de un equipo que “hace historia”. Y es que si echamos la vista atrás, no mucho, tan solo unas semanas, la situación del club jiennense no era la más deseada por ningún aficionado. Esto no lo ha cambiado el épico resultado en La Victoria, pero no cabe duda de que la energía ahora mismo es muy distinta.

Las gradas no se llenaron, bien por el día o bien por el enfriamiento de una afición apesadumbrada, pero lo cierto es que a muchos les dolió no estar presentes en aquella fiesta que duró más de 90 minutos y en la que los rugidos del estadio se escucharon en toda la ciudad. Los otros grandes protagonistas de la gesta de este equipo fueron aquellos que gritaron, saltaron, sufrieron —aunque en pocos momentos, todo sea dicho— y, sobre todo, disfrutaron como hacía mucho tiempo que no lo hacían con el equipo de su corazón.

La secretaria de la Federación de Peñas del Real Jaén, Carmen Cobo, solo pudo decir: “¡Madre mía”. Con un nudo en la garganta cuando ya habían pasado casi 24 horas del partido comentó que no dejó de llorar desde el segundo gol. “Vimos algunos fantasmas cuando el Alavés marcó justo después, pero la historia no podía repetirse, necesitábamos llevarnos una alegría como esta”, afirmó. Desde por la mañana, ella misma desde la cuenta de Twitter de la federación de peñas arengó a los aficionados con publicaciones. Este partido tampoco se pasó por alto en redes sociales, “hastags” como #Alavés, #Jaén o #Garitano fueron tendencia nacional desde la segunda mitad hasta última hora del día. Más peñistas como Alfonso Martínez, presidente de la Peña Deportiva Real Jaén, afirmaron no creerse lo que vivieron en el estadio jiennense. “Superar de esa forma a un equipo de Primera División fue un regalo para todos nosotros”, manifestó. Otros como el presidente de la peña Amigos del Real Jaén, Fernando Parras, recordaron los tiempos gloriosos del equipo: “Hacía mucho tiempo que no vivíamos algo así, fue una alegría inmensa”.

Con la adrenalina por las nubesno faltaron abrazos cuando el árbitro pitó el final del partido. Cánticos de sí se puede, que ya se escucharon durante todo el partido, cobraron todavía más sentido cuando la afición gritó a coro con el equipo durante esa vuelta al campo. El regalo pudo saber a poco, los jugadores se ganaron volver a salir al terreno de juego, sin presión, solamente para vivir todavía más de cerca la alegría y el sentimiento de una grada que domingo tras domingo les muestra su cariño.