El color azulillo reina en un clásico intenso

La historia no cambió y el Linares Deportivo mantiene el reinado en los clásicos que se disputan en su estadio. Linarejos fue fiel a ese campo que desprende ese aroma de copa y puro y el equipo azulillo se impuso por la mínima, con el tanto marcado por Jonathan Rosales en el comienzo del segundo periodo. Ganó el que más lo necesitaba por la situación en la tabla clasificatoria y los locales vivieron una doble alegría en el colofón de 2018: redujeron la diferencia con su eterno rival e impidieron que el Real Jaén saliera de Linarejos como líder del grupo noveno de Tercera.

Los blancos completaron una primera mitad coral con su habitual juego de asociación en el centro del campo, aunque esa pulcritud con el balón no se correspondió con un acierto a la hora de aprovechar las ocasiones. El Real Jaén supo esperar su momento de una salida del Linares Deportivo con una presión alta. El centro del campo apareció. Juanma y Cervera encontraron a Mario Martos y el capitán se dio cuenta de las ganas de agradar de Juan Carlos en un escenario. El goleador del clásico de la primera vuelta estuvo activo y entró por todas las zonas de influencia, pero no encontró el camino de gol, al igual que Antonio López, al que su labor de desgaste y lucha no se correspondió. Armero y Choco también estuvieron participativos ante un Linares Deportivo que apeló a su sentido colectivo para no encajar un gol. Buscó las espaldas de los centrales y las entradas de Miguelito y Barba para acercarse a la meta de Ángel de la Calzada. Rodri, Lara y Pablo Ortiz aportaron kilómetros de trabajo en el irregular césped de Linarejos, al igual que Chendo, que provocó el penalti y que puso a prueba a Dani Fragoso y Manu Alemán, que otra vez rindió a buen nivel. El gol de los blancos no llegó y el partido, en algunos momentos, fue una fotocopia de los vivido el 27 de agosto en el arranque de la campaña. El marcador no se movió y el segundo tiempo fue un calvario para el Real Jaén. El equipo no fue el mismo. Estuvo fallón en la salida del balón y el Linares Deportivo muy vivo. En una desafortunada acción se decidió el clásico. Chendo se aprovechó de una indecisión de Juanma y se plantó solo en el área. Choco, de forma involuntaria, lo desequilibró y el claro penalti lo transformó Rosales.

El Real Jaén fue un alma en pena en este periodo y los cambios introducidos por Germán Crespo no ayudaron en nada. Todo lo contrario. El equipo estuvo espeso, no entró por bandas y solo dio sensación de peligro con las arrancadas de Juanca. Pobre balance para un equipo que aspiraba a salir líder de Linarejos. El Linares, serio y solidario, pudo aumentar el resultado en tres acciones, pero al final se conformó con el gol de Rosales.