Un viaje por la historia a través del paladar

Última semana de las jornadas gastronómicas en el restaurante Bahía con motivo de sus bodas de oro

27 nov 2019 / 16:34 H.
Ver comentarios

Regalos para los sentidos. Cincuenta años alimentando “las almas” de los jiennenses. Eso es exactamente lo que hace el Restaurante Bahía de la capital, cuyo principal objetivo es hacer que quienes traspasan las puertas de este local situado en la plaza de San Roque, vivan una experiencia que les siembre las ganas de volver. Para finalizar un año exclusivo para sus gerentes, pues se cumplen las bodas de oro desde que se el Bahía comenzara su andadura, se han organizado unas jornadas gastronómicas muy especiales aunque van ya por su tercera edición. “Se trata de conocer nuestra trayectoria a través de algunas de nuestras especialidades, que comenzó hace cincuenta años, concretamente el día de Santa Marta, patrona de los hosteleros”, resumen Francisco Antonio García, actual gerente e hijo de la pareja fundadora, que tomó el relevo hace ahora doce años. “Tenía claro que quería tomar el testigo, además, también trabajo con mi hermano, Alejandro García”, asegura, al mismo tiempo que destaca que las jornadas también sirven para homenajear a los grandes maestros, sus padres, el origen de una historia con cinco décadas.

Son diez platos que ofrecen un paseo por la historia mediante el paladar, aunque son solo una muestra de las producciones que han surgido en los fogones del Bahía, pues son expertos en marisco y pescado frescos, así como en carne premium o de alta calidad, sin dejar de lado a los productos de temporada. De todos estos alimentos, se ha hecho una selección concreta para disfrutar una gran aventura. La primera parada de este viaje será en un plato clásico de los 70, mojama de almadraba con almendras fritas. Habrá que transportarse algo más atrás, hasta los 50, para tomar bellavista con salsa tartara. Una vez abierto el apetito toca degustar una de las grandes señas de identidad del restaurante, el marisco, a través de huevas con mahonesa, al que seguirá el plato más demandado por los comensales, las berenjenas fritas, la joya de la corona. En el ecuador del viaje no pueden faltar los colines, en una nueva parada en la década de los 70, seguido de los boquerones en adobo con un aroma que solo verlos alimenta o los callos de la casa, otro de los platos más populares. Las apuestas principales terminan con carne, concretamente con pierna de choto al ajillo pastor. El pecado en forma de dulce llegará al final con el típico pijama, el postre clásico de las bodas de los años 60.

Para quienes no quieran perder la oportunidad de regalarse este exquisito festín, deben saber que tienen una oportunidad hasta el próximo sábado, día en el que se clausuran las jornadas, aunque según confirma el gerente, ya solo tienen disponibilidad por la noche, pues están siendo un “auténtico éxito”. “Las jornadas han tenido una gran aceptación y los comensales se van muy contentos y satisfechos tanto por la comida como por el servicio”, describe García. Quienes no sean muy aficionados a los menús de degustación, Bahía también cuenta con una amplia carta para cumplir los deseos culinarios de los jiennenses.

Cultura