Teatro como vía formativa

Alberto Conejero apoya la unión entre universidades y escuelas de teatro

14 mar 2019 / 16:24 H.

El Salón de Grados del Edificio C-1 de la Universidad de Jaén se sumergió de lleno en el mundo del teatro para dar la bienvenida al dramaturgo y poeta Alberto Conejero, en la que fue su primera visita al Campus de Las Lagunillas. El artista aceptó la invitación de la Universidad de Jaén para analizar la situación que vive en la actualidad el teatro universitario.

Acompañado por la vicerrectora de Proyección de Cultura y Deportes, María Dolores Rincón; el presidente del grupo de teatro Mamadou, José Miguel Espinosa, y el catedrático emérito de Filología Latina por la Universidad de Granada, Andrés Pociña, Conejero, que reconoció que su contacto con el teatro universitario fue “si no frágil, marginal”, se refirió al “desprecio” que desde el ámbito académico se ha vertido hacia el teatro universitario: “Se cree que la palabra siempre ha sido un reservorio de la experiencia humana y del saber mucho más firme que un arte tan fugitivo y frágil que como es el teatro. Precisamente que del teatro no quede más memoria que el registro audiovisual en un tiempo reciente y el estudio explica el porqué de ese prejuicio”, afirmó. Según Conejero, eso es lo que ha llevado a que el teatro sea “invisible” en la Primaria y la Secundaria, por lo que agradeció la labor de los grupos de teatro universitarios, que son los que “han sostenido la presencia de esta disciplina en el espacio educativo”.

El dramaturgo, que, no obstante, se aventuró a afirmar que en el ámbito del teatro universitario “aún hay esperanza” a pesar del “acoso a las humanidades” que se vive en la actualidad, abogó por que las escuelas de arte dramático y las universidades “construyan sinergias” en base a la idea de que “el teatro desarrolla destrezas que no deberían ser ajenas a ningún campo del saber”. Para Conejero, la mejor forma de establecer esos puntos de unión sería a través de los másteres universitarios.

Precisamente sobre teatro y educación habló Pociña, que comparó la labor interpretativa con la docencia: “Yo interpretaba un papel en cada una de mis clases”, aseguró antes de afirmar que “el teatro se lleva en la sangre”. El catedrático alabó el trabajo llevado a cabo por el grupo Mamadou y la del propio Espinosa, que previamente había repasado la historia del teatro universitario y que señaló que una de las claves para que el teatro universitario tenga éxito es el aumento de la implicación de los estudiantes con los movimientos universitarios.

UNA LABOR DE MEDIO SIGLO

La labor teatral en la Universidad de Jaén durante los últimos veinticinco años tiene el nombre propio del grupo de teatro Mamadou. Y es que precisamente ese tiempo es el que lleva inmerso el colectivo artístico en el mundo universitario en Jaén. El pasado diciembre, la Universidad reconoció esta trayectoria en un acto que sirvió para presentar el libro “Mamadou, 25 años de teatro universitario”, en el que se recoge la historia del grupo.