SE NOS VAN LOS REFERENTES
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Ni una sola lágrima,
tres semanas de tristeza
de miedo anclado al alma,
y no, ni una sola brotó.
Más se muere mi memoria,
se me ha ido el Maestro,
¡ay, cómo duele Luis Eduardo!
Ni yo imaginé cuanto.
Y surgen las lágrimas
en contínuo manantial.
Maldito mes de abril,
secuestrador de vida,
asesino de soñadores.
Joder, te llevas a Aute.
Un nudo achica mi garganta,
un charco nubla mis ojos,
y de fondo...Al Alba.
Quiero ver rosas en el mar.
Necesito, hoy más que nunca,
hoy, para siempre,
rememorar, sentir, amar
la poesía del Maestro.
Aute, vuela a la eternidad,
en mi corazón, dejas paz.
Cultura