“Me da pena que la provincia no tenga una mina visitable”

Rafael Casuso consigue el logro de ser admitido como académico correspondiente en la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría

13 jun 2022 / 06:00 H.
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El andujareño Rafael Casuso Quesada reflexiona sobre la realidad de la provincia de Jaén y de su preocupación por que el patrimonio se conserve en la mejor situación posible para que sea legado así a las futuras generaciones.

¿Qué supone para usted en ingreso en Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría?

Es un honor. Estoy jubilado como docente, pero sigo vinculado a la investigación. Significa un colofón para mí. Mi interés por la Historia del Arte es una vocación muy temprana. Cuando tenía dieciséis años, una profesora me la inculcó. Desde aquí, alabo la gran labor de los profesores de Bachillerato que abren camino para el futuro. La ceremonia de ingreso será en Sevilla el próximo curso. Todavía no hay fecha.

¿Desde cuándo está centrado en estudiar la Historia del Arte?

Llevo muchos años trabajando en la Historia del Arte y esto ha sido reconocido en mi currículum como fundamental para que se me concediera el nombramiento. En 1982, empecé a trabajar en arquitectura funcionalista, la arquitectura del movimiento moderno, que supuso un cambio radical en la concepción del arte, sin casi decoración y la funcionalidad. como prioridad. En la Universidad de Granada hice una tesina, sobre la arquitectura contemporánea de Andújar entre 1920 y 1950, pionera en Andalucía del movimiento moderno. Dos obras, la Viña Gisbert y el Cine Tivoli, están reconocidas como origen del movimiento moderno en Andalucía. En 2006, estas obran recibieron la catalogación patrimonial por parte de la Junta de Andalucía.

¿Qué hará como académico correspondiente de Jaén?

La vida está llena de impulsos, hitos en la trayectoria que implican un compromiso con el vínculo territorial para seguir investigando y divulgando. Me permitirá sacar a la luz el riquísimo patrimonio que tenemos, muchas veces injustamente desconocido y que merece ser divulgado. Hay obras que necesitan más inversión para su puesta en valor. Espero contribuir para que sea posible.

Una de las construcciones que ha estudiado es el Edificio Sindical de la Plaza de la Concordia.

Fue en un libro de la colección de Humanidades de la editorial de la UJA. El Edificio Sindical ya ha cumplido cincuenta años. Está ahí. Pasamos todos los días por delante y no somos conscientes de la importancia que ha tenido y tiene. Es obra del arquitecto José Jiménez Jimena y el escultor Miguel Fuentes del Olmo. Gracias a él se introdujo en Andalucía el arte abstracto en la tipología de arte mural, con paneles de hormigón armado. Recientemente también he investigado sobre otra obra que ha estado deteriorada, el cementerio de San Eufrasio, en unas jornadas patrimoniales, que se realizaron en otoño, siempre con el fin de conseguir un impulso, un reconocimiento y una valoración. Estaba cerrado al público pese a ser un tesoro patrimonial. Creo que sin el conocimiento, la divulgación y el disfrute el patrimonio no existe.

También es experto en el legado de José Corbella en Andújar.

Hice para el boletín del Instituto de Estudios Giennenses un análisis sobre el arquitecto que nunca lo fue. No tenía titulación, pero fue el autor de gran parte de la arquitectura de Andújar en los años 20 y 30. Entre ellas las dos citadas antes.

Linares tiene una sobresaliente arquitectura industrial minera.

A nivel de conservación, restauración y puesta en valor, el distrito minero de Sierra Morena necesita un impulso considerable para ponerlo en valor en el plano patrimonial. A pesar de ser BIC no tenemos una mina visitable en la provincia. Ya es hora de que alguien se preocupe. Yo sé que “Arrayanes” lleva año trabajando para que se dé ese primer paso. Eso sería un hito. Las minas están abandonadas, muchas veces en estado ruinoso, y ha habido expolio. Es complicado, pero tenemos que ser conscientes de su importancia. Me da mucha pena, cuando veo que la mina de Almadén y geoda de Pulpí sí son visitables y que en una provincia con tanta riqueza en minas desde tiempo de los romanos no dispongamos de esa dimensión patrimonial. El patrimonio es turismo y el turismo es riqueza, genera ganancia.

¿Se protege bien el patrimonio?

Los investigadores, lo que hacemos en indagar y divulgar. A veces tenemos suerte y se nos hace caso, pero otras veces vemos que se derrumban. En ocasiones egreso después de veinte años a un lugar sobre el que he investigado y me encuentro que ese patrimonio se ha perdido.

¿Por qué se ha centrado, igualmente, usted en las vidrieras?

Fui profesor del instituto El Valle y luché por restaurar las vidrieras del este centro. Lo conseguimos en 2010 gracias a la maestría de Fernando Cortés y con ayuda de la Caja de Jaén. Otra lucha mía se centra en las de la Catedral de Jaén. Las más antiguas tienen más de trescientos años, las más modernas, más de cien. Se hicieron muy bien y están consolidadas, pero sucias y muchas destrozadas, a veces por la Guerra Civil, el viento... Soy optimista. La próxima actuación en la catedral de Jaén parece que afectará a las vidrieras.

¿Son útiles iniciativas como la Lista Roja de Hispania Nostra?

La Lista Roja nos pone la nota. Uno de los casos más significativos es el de los castillos de la provincia, la que más castillos tiene, como guardia y defendimiento del reino de Castilla. Pero, ¿cuántos son visitables? Encontramos torres que se caen. Ahí hay otra labor importantísima que hacer. Muchas fortificaciones están colapsadas. Un ejemplo es las torres vigía de Orcera, obras almohades, extraordinarias. Existe un proyecto de restauración del arquitecto Santiago Quesada, pero ahí las tenemos. No se caen de milagro. Hay que meterles mano ya, si no nos quedamos sin esa riqueza. Es cierto que Jaén es una provincia muy grande y que hace falta mucha inversión. Tenemos el 1,5% Cultural y es necesario que las instituciones se pongan de acuerdo. A veces colaboran entidades como la Caja Rural, cuya labor es extraordinaria. Entre todos tenemos que arrimar el hombro, para la provincia tenga el sitio que le corresponde.

¿Cuál es la situación en arquitectura perteneciente al siglo XX?

Las restauraciones son bastantes costosas. Hay obras muy destacadas como la estación de autobuses de Jaén, Las Protegidas o los poblados de colonización de los años 50 y 60. Uno de ellos, Miraelrío, está catalogado. Se trata de obras de arquitectos extraordinarios. No están mal del todo porque siguen habitados.

¿Que diría de Las Protegidas?

En la Delegación de Cultura hay un proyecto metido en un cajón. A ver quién lo saca. Es un conjunto urbano muy interesante. Cada bloque va por su lado y ha tenido su opción. Salvo el central, que es el más deteriorado. Tanto el de la Diputación como el de Funcionarios del Estado, se conservan bastante bien. Otros están llenos de humedades, daños por palomas y pisos vacíos. Están mal porque algunos quiere que estén mal. Algún día tendremos que poner todo esto en valor, como se merece.

¿Da riqueza el patrimonio?

Sin duda. ¿Qué sería Linares sin Cástulo?. El yacimiento ha puesto a Linares en el centro de las investigaciones arqueológicas mundiales. Ese extraordinario mosaico no se encuentra en ningún otro sitio. Ahí tenemos un ejemplo de que lo que se consigue si investigamos, descubrimos, protegemos, restauramos. El lema Paraíso Interior fue genial, pero nuestro Paraíso Interior merece que su patrimonio mejore y genere riqueza.

¿Que diría de Úbeda y Baeza?

La declaración como Patrimonio de la Humanidad fue un hito. Ha generado riqueza. Esa es la idea, poniendo en valor lo que tenemos.

¿Cuál es su mensaje?

Como profesor siempre he buscado que mis alumnos de Bedmar, Porcuna, Torredelcampo, Jaén o Jódar. quisieran a su localidad, fruto de una trayectoria histórica y cultural. Valorar el terruño para ser conscientes y hacer una valoración general.

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