La trashumancia, una labor en serio peligro de extinción

La Universidad de Jaén acogió la presentación de la exposición “La Verea Circular”, protagonizada por Miguel Mesa Molinos y que adentra, a través de 61 fotografías, en el mundo de la trashumancia, una práctica cada vez menos ejercida en la provincia. En el acto acompañaron al autor, el vicerrector de Estrategia y Gestión del Cambio, Juan Manuel Rosas Santos; el alcalde de Santiago-Pontones, Pascual González y la veterinaria, y colaboradora del equipo de trabajo para el desarrollo de este proyecto divulgativo de la trashumancia en la provincia de Jaén, Catalina Gómez, que acompañó a Miguel Mesa en algunas de sus vereas para conocer de “primera mano la labor que hacen los pastores por nuestro medio ambiente”, declaraba Gómez en la inauguración y afirmó que esta práctica es muy enriquecedora. “La trashumancia es muy bella y representa la mejor adaptación para ir ganando en la productividad de nuestra tierra, ya que las ovejas utilizan unos pastos que nos lo utilizan nadie”, afirmaba Catalina Gómez. Por su parte, Juan Manuel Rosas también quiso agradecer a Miguel Mesa por hacer posible que la trashumancia se proyecte en la Universidad de Jaén.

Miguel Mesa es ingeniero industrial y, desde hace tres años, aprendiz de pastor en Santiago Pontones. Experimentó durante siete vereas el arte de la trashumancia con el que recopiló imágenes que hicieron posible la muestra, dividida en tres partes:
la identificación de las ovejas de raza segureña, la verea de invierno y la verea de primavera.

Esta exposición estará en el Edificio Zabaleta de la Universidad de Jaén hasta el próximo 14 de octubre y se inscribe dentro del proyecto divulgativo “La trashumancia en la provincia de Jaén", que tiene como objetivo el dar a conocer la actividad actual de la trashumancia que está declarada como manifestación representativa del patrimonio cultural inmaterial. A través de las fotografías, se transita por senderos como el Camino de San Juan de la Cruz, el Empredaillo en las proximidades de Beas, o a lo largo de la frontera defensiva de la Orden de Santiago en los campos de Montiel, Segura, Hornos y Chiclana, cruzando por puentes romanos, medievales o del Renacimiento sobre el Río Cañizares, el Puente Mocho o el Puente Ariza. El viaje emprendido en la exposición ilustra una labor cultural y ambiental.

El autor se mostró emocionado durante toda la inauguración de su exposición, al acordarse de sus maestros y agradecer a todas las personas que le ayudaron en “este duro camino pero muy enriquecedor que me ha hecho querer convertirme en pastor a partir de ahora”, concluyó la presentación Miguel Mesa.