Espectacular nivel en la semifinal

Marta Reyes, Eisha, Josué Sánchez, Marcos Soto, Juanfra Anguita o La Puta Lagartija. Entre los seis está el nombre que se corona hoy como la mejor voz de la provincia de Jaén. El Salón Guadalquivir vuelve a abrir sus puertas para acoger el cara a cara entre los aspirantes y el jurado solo podrá elegir a uno.

Ganas hay, y muchas, sobre todo en una gala que contará con canciones como Lady Marmalade en la voz de Reyes o temas de composición propia como Cuando vuelvas a volver o Down that hill, de Juanfra Anguita y Josué Sánchez, respectivamente. Aunque, independientemente de estos auténticos temazos, volver a disfrutar de la calidad de estos seis artistazos ya es aliciente más que suficiente.

En cuanto a la semifinal de OlivaVoz Talent, el jurado no lo ha confirmado, pero se puede decir que ha sido una de las ediciones en las que ha sido más complicado dar un veredicto. Por lo general, los presentes —jurado, redactor y fotógrafo— fueron testigos de un espectáculo de categoría y, como dicta la filosofía del concurso, realizado en Jaén y para Jaén.

La gala se retransmitió en directo —como la de hoy— a través de la página web y el perfil de Facebook oficial de Diario JAÉN. Con la magnífica conducción a cargo de Alma Mesa, que incluso se animó a entonar algunas versos de Hallelujah junto Josué Sánchez.

Por riguroso orden alfabético, los doce aspirantes pasaron por el escenario del Salón Guadalquivir de la Institución Ferial de Jaén (Ifeja), acompañados prácticamente todos por unos nervios que, en algún que otro caso, jugaron una mala pasada al aspirante.

Rompió el hielo Anguita, que además es uno de los clasificados. Interpretó Dancing on my own, de Calcum Scott, con una perfección casi magistral. Con buenísimos giros de voz y un dominio absoluto de los agudos, aunque con algo de inestabilidad en las notas bajas, es un placer llegar al culmen de la canción, donde el artista llegó a emocionar de verdad.

Eisha fue la siguiente de los clasificados en subirse al escenario. Hizo suya One and only, de Adele. Muy correcta en todo, tanto en la actitud que el tema requería como en su propia voz. Por otra parte, si hubiera un adjetivo para describir la actuación de Marta Reyes sería muy complicado encontrarlo. ¿Escalofriante? El caso es que dejó a todos con la boca abierta e incluso se erizaba la piel en algunos momentos de su interpretación de Please don’t make me love you. Absolutamente grande.

Josué Sánchez es otro rollo. Subió al escenario con una versión propia de Hallelujah que hizo cantar hasta a la presentadora. Realmente, si a cualquiera le dijeran que esa canción es suya, lo creería debido a la facilidad con la que se sacó de la manga una versión, según dijo, en muy pocos días. De diez. Al igual que Marcos Soto, que rozó la perfección con Si tú no estás aquí. El broche de oro lo pusieron unos viejos conocidos, La Puta Lagartija, “gamberrillos” con talento.