Las Universidades destinan a Tecnologías de la Información menos presupuesto que en 2007

Juan Gómez, rector de la UJA, participa en la presentación de “UniversiTIC: Análisis de las TIC en las Universidades Españolas”

05 jul 2016 / 17:40 H.

Las Universidades destinan actualmente a Tecnologías de la Información (TI) menos presupuesto que en el año 2007, el grueso de los fondos va a mantenimiento de infraestructuras existentes y la inversión en formación de su personal ha retrocedido por encima del 17% respecto de 2014, según el último informe al respecto elaborado por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE). El trabajo, ‘UniversiTIC: “Análisis de las TIC en las Universidades Españolas”, fue presentado el 4 de julio por el presidente de Crue Universidades Españolas, Segundo Píriz; el presidente de Crue-TIC y rector de la Universidad de Jaén (UJA), Juan Gómez Ortega; y el director general de Universidades, Jorge Sainz. Este informe, que cumple su décima edición, ha contado con la participación de 64 universidades, más del 85% de las instituciones que pertenecen a la CRUE y que representan a más del 90% de los matriculados en toda España. Analiza las TI desde diversos puntos de vista, como las buenas prácticas en la gestión o el grado de Implantación de Gobierno.

Durante su intervención, el presidente de Crue- TIC valoró la situación de las TI en las universidades como “saludable, aunque en términos generales no se pueda considerar como adecuado el nivel de presupuesto TI”, que se sitúa en el 3,62% del presupuesto de las universidades, al “estar todavía alejado del 5% que recomiendan la OCDE”. Según afirmó, “el grueso de este presupuesto, que es inferior al de 2007, recae en el mantenimiento de los servicios existentes, lo que puede poner en peligro la innovación TI tan necesaria que hay que poner en marcha en las un universidades”. En concreto, el 88,52% de las universidades poseen un presupuesto propio y diferenciado para las TI y de media destinan cerca de 5,4 millones de euros para servicios centralizados de estas tecnologías de la información, cerca de 221 euros por universitario en el total del sistema, como en 2007 y 2008 y frente a 2010, cuando fueron más de 430 por cabeza. “Creo que es algo coyuntural”, comentó Gómez Ortega. “Estoy convencido de que de manera natural, la propia importancia que están teniendo cada vez más las TIC en la gestión y en la estrategia de las universidades va a demandar que pongamos más dinero. El camino nos va a llevar en esa dirección de manera natural”, afirmó. En la misma línea se expresó sobre el presupuesto que destinan las universidades a la formación de su personal TI, una media de 149 euros por cabeza frente a los más de 200 que se gastaban en 2010 y que implica una caída del 17% respecto del ejercicio anterior. Además, uno de cada tres centros no dispone de planes anuales de formación para su personal en TI y dos de cada tres carecen de un plan de dotación y distribución de recursos humanos al respecto, un “estancamiento e incluso retroceso” que a su juicio, “no es buena noticia”. Con todo, describió la situación como “una alarma, pero no roja, sino naranja” y “una llamada de atención” para que los centros entiendan “que las TI evolucionan de una forma extraordinariamente rápida y eso implica que la formación sea mucho más crítica”. “No es buena noticia pero tampoco hay que dramatizar”, apostilló. Mientras, el 35,49% de los cursos de formación ofertados en las universidades tiene como objetivo mejorar las competencias TI de la comunidad universitaria, cursos que han alcanzado al 11,12% de los estudiantes, al 35,42% del PAS y al 25,25% del PDI.

MÁS FORMACIÓN NO PRESENCIAL

Otro de los datos que revela el informe es el progresivo avance de las enseñanzas no presenciales, con un aumento cercano al 50% hasta las 532 titulaciones online, el 8% de la oferta y la mitad de los centros considerando iniciativas en relación a los Massive Open Online Courses (MOOC). Para el rector de la UJA, tiene que ver con el hecho de que las universidades españolas que están en el ‘top 10’ de los rankings mundiales hayan apostado por este tipo de cursos, lo que ha animado al resto a apuntarse, empujados también por la revolución en general de las redes sociales. Con todo, “no significa “que a corto plazo vaya a haber una revolución de todo o nada” ni que el sistema presencial esté perdiendo fuelle, sino que las universidades han de permanecer “muy atentas”. “Creo que esto ha venido para quedarse y que tiene muchas ventajas, como el cambio del perfil del estudiante, porque teníamos una ‘clientela’ fidelizada por cercanía geográfica y ahora ese perfil desaparece, uno puede seguir cursos en cualquier universidad del mundo, y en cuanto los empleadores empiezan a valorar estos cursos hace que nosotros tengamos que incorporarlos y con cada vez mayor calidad. Es una tendencia que no podemos dejar de tener muy presente”, señaló.

Por último, se refirió a otro de los datos del informe que arroja un leve retroceso en la presencia de software libre y de código en las universidades, si bien siguen siendo las instituciones que más uso hacen de ello. Según explica la CRUE, tiene que ver con el propio mercado, pues los alumnos disponen de medios incompatibles en muchos casos con esta tecnología. Con todo, uno de cada tres ordenadores dedicados a docencia tiene un sistema operativo de libre distribución y dos de cada cinco productos software utilizados en la universidad son libres. El trabajo arroja otros datos, como que las universidades proporcionan soporte y promueven acciones de docencia no presencial mediante la utilización de los Campus Virtuales, que son utilizados por la inmensa mayoría de docentes (92%) y estudiantes (95%); que el 75% tiene pasarelas de pago virtual y el 74% firma electrónica; que el 71% ya tiene un responsable en ciberseguridad o que dos tercios de los centros tienen un plan estratégico para las TU alineado con su estrategia general. “La universidad es de las pocas instituciones que no sólo ha introducido la tecnología sino que la ha adoptado y es de las que mejor lo han hecho. Ha transformado la forma en que se hace la universidad”, ha destacado el director General de Universidades, para incidir en que “el diagnóstico es esperanzador y optimista de cara al futuro” aunque siempre haya “pasos que mejorar”.