Canciones de adiós para arrancar un nuevo viaje

Cuatro semanas, miles de visitantes y un puñado de excelentes canciones. Cerró la exposición antológica de Diario JAÉN por su 75 aniversario y no pudo dejar mejor sabor de boca gracias a la generosidad de Alonso Díaz. El músico, voz y compositor de Napoleón Solo, dijo que sí una vez más al periódico y regaló ocho de sus canciones para la clausura de esta exposición.

Fue Manuela Rosa, la comisaria de la exposición, la que lo presentó, no sin antes agradecer a todos los que han hecho posible esta muestra, un “sueño cumplido”, como dijo. A las más de 4.000 personas que en este mes se han acercado al Banco de España; a los patrocinadores, el Ayuntamiento, la Universidad, El Corte Inglés y la Fundación Caja Rural; y al “comisario político” —bromeó—, Tomás Fernández, que ha estado al pie del cañón en la sala estas cuatro semanas para recibir a los visitantes, haciendo también suya la exposición. Sin más, dejó paso a la música.

Arrancó con Sueña conmigo. Su genialidad, solo acompañada por una guitarra y un micrófono, logró sorprender desde el primer minuto a los que no lo conocían. A los que sí, una vez más los encandiló. Entre el público, numerosos invitados de Diario JAÉN, representantes institucionales y un buen puñado de gente de Arjonilla que no quiso perderse este acústico. Mención especial merece la delegada del Gobierno, Ana Cobo, fan “confesa” de Napoleón Solo que se sabe a la perfección cada letra del músico jiennense. Le siguió Chica Disco, la canción que, como dijo, “no está en ninguno de sus discos” pero sí que da nombre a uno de ellos, el segundo. Sonaría después Tiene que acabar, uno de los cortes de su primer trabajo, el que le hizo a la banda un hueco en el indie nacional en 2010, Napoleón Solo en la Ópera.

“Voy a hacer una gira dentro de esta ciudad, gracias a mis amigos y amigas de Diario JAÉN, que no quieren hacer ná sin que yo venga a tocar”, bromeó, entre canción y canción. Cantó después El intercambio, también de su primer trabajo, y No puedo disfrutar, ya de Chica Disco. Sonaría, más tarde, Del amor perdido, con la que improvisó el final: Del “Que venga, que venga, la mujer que era mi vida” cambió “que vengan, que vengan las gentes de los tres jaenes en el mundo”, como un guiño al gran mapa de las ciudades que comparten Jaén en el mundo que le hacía de fondo de escenario. Y antes de cerrar invitando a bailar con Yuliana Juliana, cantó Adiós. Esta era la canción que abría su segundo disco. En aquel momento, decía que empezar así era la mejor manera de decir adiós, dejar algo atrás. “Te deja liberado para hacer de nuevo otro viaje”. Ahora, con sus canciones, queda atrás esta exposición de Diario JAÉN y las ganas intactas de empezar otro viaje lleno de ritmo tras estos 75 años.