Una festividad que encumbra la fe y la devoción femenina en Ribera Alta

La Virgen del Carmen procesionó por la pedanía alcalaína, portada sólo por mujeres
La festividad de la Virgen del Carmen es muy peculiar en Ribera Alta. Sólo pueden portarla mujeres. / Juanfran Paredes / Diario JAÉN.
Juanfran Paredes

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Entrega por la Virgen de Carmen en Ribera Alta. La pedanía de Alcalá la Real vivió uno de sus días grandes del año con la esperada procesión de una de sus imágenes más queridas e idolatradas. Una tradición que se remonta al siglo XIX y que sigue teniendo mucho arraigo entre los habitantes de la pedanía, sobre todo entre las mujeres, que son las que protagonizan este festejo: antes, durante y después del mismo. Y es que ellas se encargan de todo durante todo el año para que en el día marcado en el calendario salga todo perfecto. Así se pudo ver durante toda la procesión. Sobre las ocho de la tarde comenzaron a acudir las primeras mujeres a la parroquia de San Juan Bautista, hogar del patrón que da nombre a la iglesia y a la Virgen del Carmen, estrella y guía de la jornada del mes de julio. En una plaza que comenzaba a atestarse, la comitiva salió del templo y se dispuso a pasear a la figura, anterior a la Guerra Civil, por todas las calles del núcleo de población ribereño. El cortejo iba perfectamente acompañado.

Por delante, las mujeres vestidas de mantilla, que marcaban el paso del trono; el trono como protagonista de todo, que iba portado en todo momento por cuatro mujeres, todas ellas rotando entre sí para que pudieran tener la oportunidad de cargar sobre sus hombros a la querida imagen y, por detrás, la charanga Los Jadissa, de la capital provincial, que amenizaron todo el cortejo con un repertorio muy pertinente para la ocasión. Con esta premisa, durante el recorrido se podía sentir familiaridad y amistad entre las mujeres de la comitiva, que lucían sus escapularios de la Virgen del Carmen, sólo ellas, como ya es costumbre en este festejo ribereño. Cuando llegó la hora de llegar a la iglesia, la plaza volvió a llenarse, esta vez para cantarle una Salve a la Virgen, mientras que mecían a la imagen. Un momento en el que la emoción embargó la plaza y se hizo notar entre las mujeres, especialmente entre las portadoras. Un festejo que acabó como empezó, con un repique de campanas por parte de, como no puede ser de otra manera, una mujer.

“La Virgen del Carmen se vive muy popularmente, y muy festivamente. Es una fiesta popular que se vive con mucho gozo y alegría”, expresó Juan Ángel Delgado. Francisco Javier Castro compartió que la tradición es que las hermanas salgan siempre con la Virgen, algo muy bonito y que crea mucha unión entre los vecinos. “Yo soy de Madrid y vengo porque tengo aquí familia y amigos y he venido a acompañarles. Hay mucha devoción, pero menos gente”, manifestó Marina Cano. Antonio Peláez expuso que es una tradición muy antigua y que se vive mucho en Ribera Alta, “como San Juan y salen todos los vecinos a la procesión”. “Llevo aquí 40 años y es una tradición muy antigua y que queremos seguir manteniendo, aunque ya falta mucha gente, pero aquí seguimos”, declaró Dimas Prieto.