Pedro Díaz pasa página del derbi y pone el foco en el Malagueño

El técnico del Linares destaca el impulso moral tras ganar en La Victoria y avisa del talento del filial blanquiazul
Pedro Díaz en rueda de prensa. / Antonio del Arco Sánchez.
José García Armijo

Pedro Díaz afrontó la previa del encuentro frente al Malagueño con un mensaje de confianza y continuidad en el trabajo. El entrenador del Linares afirmó que la semana ha transcurrido con mejor ambiente después de la victoria en el derbi, una alegría que, según dijo, “ha hecho que todo sea mucho más ameno y agradable”, aunque recalcó que el equipo ya venía trabajando bien incluso en los momentos sin resultados positivos. El triunfo en La Victoria, aseguró, ha servido para recargar energía y encarar la nueva jornada con otra ilusión.

Durante la rueda de prensa también se refirió a las declaraciones de Manolo Herrero, que había reclamado más humildad tras el derbi y afirmó que el Linares se llevó el partido sin generar demasiado. Díaz evitó la polémica, pero sí dejó claro que no compartía ese análisis: para él, el choque fue “un encuentro igualado, con errores por ambos lados”, decidido por el acierto azulillo. Reconoció que no quiere entrar a valorar lo que digan otros entrenadores, y recordó que para el vestuario el derbi quedó cerrado el mismo lunes, en cuanto regresaron a los entrenamientos: “Ese día se acabó el partido y empezó el Malagueño”.

El técnico admitió que el equipo cometió fallos defensivos en la primera mitad, lo que permitió dos ocasiones claras del Real Jaén, pero destacó la corrección de errores y la notable mejora tras el descanso. Añadió que su equipo también generó oportunidades importantes que se han pasado por alto y reiteró que el choque fue un derbi típico, de igualdad y decidido por detalles. Respecto al Malagueño, avisó del peligro del filial, que llega tras sorprender al UCAM Murcia: recordó que su juventud les vuelve imprevisibles y que pueden generar mucho si se sienten cómodos. “Si les das facilidades, te pueden ganar; tienen calidad”, señaló.

Díaz subrayó que enfrentarse a un filial siempre supone un reto especial, una especie de incógnita que puede resolverse de múltiples formas en función del ritmo del partido. Enfatizó que la clave está en incomodarles y no permitirles maniobrar con libertad, especialmente en Linarejos, donde el Linares pretende imponer el ritmo desde el primer minuto. Si el rival consigue asentarse y jugar a gusto, advirtió, puede generar peligro por la calidad de sus jugadores.

El entrenador también valoró el impacto emocional que ha dejado la victoria en La Victoria, que calificó como “un subidón” necesario para un vestuario que, según explicó, ya merecía un premio por su trabajo. Destacó que ganar en un derbi siempre tiene un sabor especial, más aún por el ambiente de once mil personas que rodeó el encuentro. Ese impulso moral, recalcó, debe servir para consolidar las ideas que el cuerpo técnico intenta asentar jornada a jornada.

En el apartado físico, confirmó que Joao sufre una pequeña rotura en el aductor, mientras que Harper arrastra problemas en la rodilla. La duda principal es Rafa, que podría o no llegar al partido. El resto de jugadores, en principio, estará disponible. Sobre la afición, Díaz pidió que mantenga el apoyo hasta el final del encuentro y señaló que, si el público quiere protestar después, está en su derecho: “La afición siempre da el máximo y nosotros aceptamos cuando no hemos estado bien”.