UGT pide a la Junta que los empleados sean subrogados
La empresa Royal Menú debe la nómina de septiembre a 125 trabajadores
Incertidumbre. Esta es la sensación que reina entre los 125 trabajadores de Royal Menú, la empresa adjudicataria del servicio de comedor escolar que, por motivos económicos, dejó de prestarlo esta semana. Motivo por el que, desde el sindicato Unión General de Trabajadores (UGT), solicitan a la Junta la “subrogación” de los empleados de la empresa en la o las nuevas que se encarguen de coger el testigo de Royal Menú.
Así de rotunda se muestra la secretaria general de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT, Elvira Ramírez, tras la reunión que ella misma mantuvo con los trabajadores. “Hablamos de las familias usuarias que, por motivos de conciliación, se ven afectadas, pero no de los 125 trabajadores, entre los que reina un sentimiento de incertidumbre”, afirma Ramírez, a la vez que hace hincapié en que desde la Junta, los ayuntamientos y las asociaciones de madres y padres (ampas) “únicamente se emiten mensajes de tranquilidad a las familias usuarias del comedor escolar, pero no a los empleados”. Es por esto que anuncia que estarán vigilantes y que no van a descansar en su petición, que no es otra que la de que “los trabajadores sean subrogados y se les garantice su puesto de trabajo” en la empresa que se encargue de dar este servicio en los colegios.
Además, Ramírez hace especial hincapié en que los 125 empleados continúan como trabajadores de la empresa. “No los han despedido todavía”, asegura la secretaria general de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo, que informa a Diario JAÉN de que Royal Menú aún les debe la nómina del mes de septiembre.
BONIFICACIÓN. “Entendemos que son muchas las familias afectadas en la provincia a nivel usuario”, afirma, acerca de un colectivo al que “siempre apoyarán”. “Pero no nos olvidamos de los trabajadores”, apostilla. Asimismo, a falta de que les paguen el sueldo de septiembre, los trabajadores están, según Ramírez, completamente en vilo. “No saben qué pasará con su situación y eso, como es lógico, les tiene preocupados”, verbaliza. En esta misma línea, alude a que la falta de pago se debe a que la empresa aún no ha recibido la información acerca de las bonificaciones para alumnos usuarios del comedor escolar.
El alcalde de Martos, Víctor Torres, y la concejal de Educación, Ana Matilde Expósito, participaron en una reunión con el delegado territorial de Educación, Antonio Sutil, y el resto de alcaldes y alcaldesas de los municipios en los que también se suspendió de forma repentina el servicio de comedor escolar, un encuentro tras el que Torres reiteró su preocupación por la situación, más aún cuando la propia Junta de Andalucía les indicó que ni los ayuntamientos ni las asociaciones de madres y padres pueden hacer nada al respecto, de ahí que lamentara que están con las “manos atadas” para buscar una solución a este problema sobre el que, además, según se planteó en el citado encuentro, su resolución depende directamente del Gobierno andaluz y no será inmediata a pesar de haber declarado en las últimas horas la situación de emergencia y, de hecho, carece de fecha por el momento.
Torres, que indicó que desde que el martes tuvo conocimiento de la paralización del servicio de comedor escolar, suspendió otros compromisos para centrarse en esta situación dada su “gravedad”. Asimismo, lamentó que, en la actualidad, no hay novedades sobre su solución. “Sin perjuicio de la versión que Sutil al respecto nos dio, está claro que lo que prima es dar una solución inmediata a este problema que muchas familias padecen, pero no solo en lo que se refiere a la conciliación de la vida familiar y laboral, sino también en cuanto a problemas de familias en exclusión social para las que el comedor escolar supone que esos niños puedan tener una comida caliente”, enfatizó Torres. Por todo ello, señaló que urgieron a la Delegación a que ofrezca ya alguna solución.
Elvira López, madre de la pequeña Jimena, se enteró de que se suspendía el servicio del comedor 24 horas antes de que se hiciera efectivo. Ella trabaja fuera y le supone un desbarajuste “tremendo” este cambio, aunque destaca la solidaridad entre las propias madres, que se prestan a recoger y quedarse con los pequeños.
Sin tiempo de reacción. Así se vio Lola Herrero al enterarse de que se suspendía el servicio. Su hija está matriculada en el colegio General Castaños y, por fortuna, asegura que a ella no le supone un gran problema, aunque sí pone de relieve la situación de otras madres. “Algunas no tienen con quién dejar a sus hijos”, asegura la bailenense.
Mari Carmen Arroyo, de Fuerte del Rey, es delegada del primer curso de Educación Secundaria en el colegio Nuestra Señora del Rosario y madre de dos niños a quienes no tiene con quién dejar. “Mi madre padece alzhéimer, estoy separada y mis dos hermanos tienen discapacidad. He tenido que contratar a alguien que cuide de ellos”, asegura.