Jaén se levanta “brava” para dejar de estar en el último vagón

Una marcha de cien coches se manifiesta y exige mejores conexiones ferroviarias

15 jul 2019 / 08:40 H.

Bienvenidos a la provincia de Jaén”. A la tierra más verde del sur, la misma que cuenta con un lagarto por mascota que puede pasearse por unos Cerros encantadores y desembocar en unas minas que tienen como marca el trabajo de sus hombres y mujeres. Esa provincia que, por fin, tras un profundo sueño, “se ha levantado brava” para honrar la memoria del poeta inmortal que puso, en su día, voz a los jiennenses. Lo ha hecho con su sello, la humildad, pero con valentía, pues sus gentes se han cansado de ver pasar trenes y que siempre queden lejos de casa. No es la primera vez, pero sÍ puede que sea la que marque el comienzo de una revolución que conlleve muchos más levantamientos. Todo comienza en un reino santo, cuando la aurora ya se había instalado en el cielo. Llegaban a la calle García Triviño los primeros integrantes de la caravana, y eran recibidos por el maestro de ceremonias, el alcalde de Jaén, Julio Millán, cuyo coche ya estaba a esas horas en el punto de salida. Todos acudían a la “llamada” con el mismo objetivo, reivindicar mejores conexiones ferroviarias de la provincia con el resto de Andalucía y España, y nuevas líneas que comuniquen Jaén con Málaga y Granada, entre otras. Los organizadores repartían los números a los vehículos, cuyo tope era cien, otros compartían lazos verdes para distinguir a los participantes, el nerviosismo se palpaba en los que iban y venían por un lugar más que significativo, al ser una de las razones de la caravana, pues, la mayoría, tenían que pasar por las vías sombrías que un día llenaron de esperanza una capital que nunca vio el tranvía echar a andar. Algunos de los asistentes llevó consigo a sus hijos a los que hicieron madrugar sin compasión para la gran cita, otros incluso vinieron desde lejos para apoyar la iniciativa.

Cuando autoridades, colectivos vecinales, sindicatos, plataformas y particulares estuvieron presentes en la rotonda Jaén por la Paz, se produjo la lectura de un manifiesto por parte de José Luis Palomino, representante de la asociación ferroviaria jiennense. Fue el momento también de recordar el motivo de tal cita. “Hoy recogemos la reivindicación de hombres y mujeres de la ciudad de Jaén, que quieren una mejora ferroviaria para la capital, pues esta será también la del progreso y el futuro”, comentó Millán, el primero en tomar la palabra, que quiso aprovechar para reafirmarse “en que la situación en la que se encuentra la provincia debe cambiar”. El relevo lo tomó su compañero, por unas horas, Javier Márquez, exalcalde y senador por el PP en Jaén: “Creo que en este país se está hablando de retos, de digitalizaciones y de otras muchas cosas, mientras que nosotros tenemos que reivindicar la alta velocidad y el tren en Jaén, muestra de uno de los grandes fracasos de este país con respecto a nuestra provincia”. Márquez también aprovechó para resaltar que el resto de provincias que rodean Jaén sí cuentan con estas comunicaciones, por lo que “no tenerlas en Jaén merma su competitividad”. “Lo importante es que estemos todos unidos sin colores, afrontándolo como un reto por el que tenemos que luchar”, dijo.

De las palabras de ambos, e incluso del espíritu de lucha que quisieron transmitir ante los medios y asistentes, se dejó la puerta abierta ante la posibilidad de que la caravana de Jaén-Santa Elena sea solo el principio de muchas más hasta que el anhelo de comunicaciones de calidad se quede en un recuerdo. Y en todas ellas piensa estar presente la portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento y segunda teniente de alcalde, María Cantos según afirmó momentos antes del comienzo de la caravana. “Todo lo que sea bueno para Jaén tiene que ser participativo y por tanto ahí estaremos”, apeló, para hacer referencia a determinados asuntos, como las exigencias de la mejora ferroviaria, “que deben tener el consenso de toda la ciudadanía y partidos políticos”. “La situación crítica a la que se enfrenta Jaén nos afecta en todo y estoy convencida de que todos los jiennenses apoyan este acto”, espetó. El último en intervenir fue Javier Ureña, de Adelante Jaén: “Entendemos que es una demanda ciudadana y por eso tenemos que estar aquí, pero somos bastante críticos con este tipo de actos, pues los partidos clásicos podrían haber apostado antes por mejorar la situación de Jaén, esperamos que estas demandas se conviertan en una realidad”. Acabada la ronda de declaraciones de las autoridades, flanqueados por los muchos jiennenses valientes que tenían ganas de partir, hubo una intervención más, la de Andrés Padilla, la del presidente del comité de empresa de Adif. “Valoramos muy positivamente esta iniciativa porque entendemos que ya no podemos seguir en esta situación por lo que desde Adif también estamos luchando a través de encuentros con Renfe operadora para pedir comunicaciones dignas”, manifestó.

Y entonces sí, los cien coches que conformaron la “simbólica” caravana, como la llamaron algunos, partió en busca de su destino, mucho más ambicioso que el de quedarse en Santa Elena. No hubo paradas ni tampoco incidentes. Los agentes se encargaron de abrir y cerrar la marcha, así como de las indicaciones de los demás vehículos que transitaban por la A-44 y A-4 y que miraban con recelo a una serpiente de coches cuyas bocinas no dejaron de sonar en todo el recorrido. Un camino que para muchos se hizo corto, pues el destino real es Sevilla, La Moncloa y el propio Ayuntamiento de la capital. En Santa Elena la caravana dio la vuelta sin aminorarse ya que los cien coches realizaron el recorrido completo. La decisión de que la marcha realizara el retorno en Santa Elena no es fruto de la casualidad, pues el municipio más septentrional de la provincia alberga en un paraje donde los restos de armas antiguas sirven para recordar la historia, una batalla épica, la de las Navas de Tolosa. Una forma de identificar que los jiennenses están dispuestos a alzarse con sus mejores armas, el convencimiento de que su tierra tiene muchas posibilidades y debe ocupar el lugar que siempre mereció, así como la voz unida de una provincia ansiosa por prosperar, por cuidar de sus más jóvenes para que la solución no sea hacer la maleta y buscar un tren en la provincia más cercana que los lleve hacia un futuro que no encuentran en aquella tierra que con tanto esfuerzo levantaron quienes los procedieron.

El final llegó en la entrada norte de la capital. Allí los coches se diluyeron, con ocupantes que sonreían y se daban la enhorabuena por lo que consideraban “un éxito”. Acabó así el primer paso, la primera convocatoria del recién estrenado Ayuntamiento de Jaén, la materialización de lo que los colectivos y ciudadanos llevan años pidiendo, pero no la lucha. Las batallas se ganan en el campo, en las calles, en los parlamentos, en los pueblos pequeños y ciudades más grandes, ahora toca saber si el simbolismo de la caravana Jaén-Santa Elena suma nuevas citas y como dijo aquel revolucionario: “Hasta la victoria siempre”.