Corredores, a la línea de salida, las calles por fin vuelven a ser vuestras

Los deportistas retoman el ejercicio en la vía pública y se unen a los paseos de los mayores y los más pequeños

03 may 2020 / 11:25 H.

Las ganas por volver a calzarse las zapatillas, pisar el firme y sentir como los primeros rayos de la mañana iluminaban la ruta que, antes del confinamiento, se recorría casi de forma automática, hicieron que los pies se movieran —casi— solos. Los deportistas volvieron ayer a las calles para ejercitarse, a sentir como las endorfinas y las serotoninas se adueñaban de sus sentidos y a desfogar toda la energía acumulada en estos más de 40 días de encierro en casa. Y no fueron pocos los que decidieron tomar esta recién recuperar libertad, algo que se notó tanto en la capital como en otros municipios.

Los “runners” más madrugadores se encontraron con que, pese a las posibles expectativas de escasos compañeros de afición en la calle, el número de personas que salieron a practicar deporte fue bastante más alto. “Fui esquivando a gente”, bromeó Raquel Torres, una de las jiennenses que aprovechó para salir a correr. Señala que, por la mañana, encontró a mucha gente que, como ella, recibió la noticia de poder volver a practicar ejercicio en la calle con ganas y gusto. “Creo que todos estaban deseando que se diera el pistoletazo de salida. Yo salí para desfogar mis nervios, porque ya me lo pedía más la cabeza que el cuerpo”, añadió. Eso sí, aclaró que lo hizo con ciertas reservas, pues aún no se desconoce “el alcance de esta situación”. Con ella, charlando a una distancia prudencial, estaba Rocío Pérez, quien también se define como una mujer deportista. Sin embargo, en su caso, contó que pertenece a uno de los servicios básicos y, por motivos laborales, aún no pudo salir a hacer ejercicio. “Lo que sí he podido comprobar al salir a hacer las compras de la mañana es que había gente haciendo deporte, pero siempre mantenían las distancias de seguridad. Y yo hasta lo que he visto, de momento, creo que en Jaén lo estamos haciendo bastante bien”, aseguró. De hecho, no fue muy desencaminada. Según apuntaron desde el Cuerpo de la Policía Nacional los deportistas que salieron ayer por la mañana fueron “muy disciplinados”, hicieron los ejercicios de forma individual y no se produjeron aglomeraciones; algo sobre lo que se puede agregar que, según pudo comprobar este periódico, se respetó en zonas como el entorno del Castillo de Santa Catalina y su emblemática cruz, zona muy frecuentada normalmente por los deportistas locales pero que, por las medidas impuestas, se salen del rango de un kilómetro por el que pueden desplazarse.

Mientras tanto, en la otra punta de la ciudad, Drogo disfrutaba de su paseo matutino. Hundiendo sus patitas blancas en el césped ya crecido del parque del Bulevar, este west highland se convirtió durante el confinamiento en la oportunidad para la familia de María Felisa Gómez de poder salir a la calla a dar pequeños paseos. Esta joven, estudiante universitaria, confesó que, a pesar de poder sentir el aire más allá del que entra por las ventanas de su casa, está “harta” de estar encerrada. Eso sí, cuando todo acabe, el panorama no se le pinta de un color de rosa radiante. Señaló que, de las primeras cosas que hará cuando termine el confinamiento serán los exámenes de la Universidad. Pero, cuando los termine, ya pueden temblar las terrazas, pues dejó claro que una buena cerveza con los amigos no va a faltar.

Menos oportunidades de salir tuvo Anastasia Torres, que paseó, por primera vez desde que se decretase el estado de confinamiento, con su hija Carmen Barranco. Al ser una mujer mayor el riesgo de contagiarse con la covid-19 era superior, por lo que ha estado más de 40 días sin salir de casa. “Mi madre necesitaba ya aire y sol, un ratillo fuera para despejarse y no hundirse en pensar, porque tenemos mucho en lo que pensar todavía y pasar un rato de relax viene bien para la cabeza”, subrayó con gran acierto su hija Carmen. De hecho, Anastasia pareció coger con tantas ganas este ratito al aire libre que, mientras su hija relataba a este periódico cómo fue para ellas el confinamiento, siguió su camino disfrutando del sol que brillaba por la mañana. “Estaba deseando salir”, remarcó con ternura Carmen.

Y quien también estaba loquita por pisar la calle era la pequeña Sheila. Ayer fue el primer día que salió a pasear aunque la semana pasada los niños menores de 14 años ya tuvieran permiso para salir. Pero sus padres quisieron ser un poquito más precavidos y esperaron hasta el día de ayer. Cabe decir, que la pequeña Sheila llevaba una mascarilla con un adorno tan bonito que bien pudo ser la envidia del barrio entero.

Con actitud más deportiva salió José Páez, agente de la Policía Científica ya jubilado (casi por obligación, porque confesó que adoraba su trabajo). Ataviado con su maillot de ciclista propio de Jusapol y acompañado de su bici, terminaba de dar un paseo por el Bulevar y declaró que, tras tantos días confinado, “poder salir sienta de maravilla”. En este sentido, incidió en la necesidad de respetar siempre las medidas de seguridad, pues la situación mejorará poco a poco. Sobre sus compañeros en el Cuerpo, precisó que, en lo referente al deporte, siguieron con una rutina deportiva en casa para cumplir con la “obligación y la devoción de estar en perfectas condiciones para atender y asistir al ciudadano”.