Comienza el deshielo con sus “canaleras” en Santiago-Pontones

La nieve acumulada baja 10 centímetros y la lluvia dejó algo mas de 48 litros

23 ene 2020 / 09:19 H.

No nieva en las sierras del Noroeste de la provincia desde el martes por la mañana. Tampoco en Santiago-Pontones, donde más nieve ha dejado la borrasca Gloria. Las temperaturas han subido ligeramente, superando el bajo cero. Ayer, 1,1 grados de mínima y 2,6 de máxima. No sopla el viento y no hay lluvia. Cuando el vecindario del municipio y los habitantes de las 102 aldeas y cortijadas diseminadas por su término municipal ven caer las “canaletas” de los tejados, comienza el deshielo. El temporal ya es historia. Y lo hace de la mejor forma posible, empapando la tierra con generosidad, sin viento ni lluvia que lleve el agua hacia arroyos, regatos y cauce de los ríos.

Los accesos a las aldeas y núcleos de población se han recuperado tras el ingente trabajo, desde el martes, de los operarios que manejan la maquinaria pesada y que cortan y retiran los pinos caídos por el peso de la nieve acumulada en sus ramas. En Santiago-Pontones, el pulso cotidiano se puede observar en el colegio y el instituto, abiertos durante todo el temporal, aunque dificultó en los días más duros de ventisca, cuando no lo impidió, el transporte de escolares desde las aldeas. Ayer todos acudieron a clase, salvo los de Las Gorgollitas, por un ventisquero que no pudo abrirse a tiempo. “La nueve acumulada puede haber bajado unos diez centímetros, desde los 40 aproximadamente que tenía”, comenta Francisco Cuadros, vecino del municipio y gran conocedor de la sierra y del término.

“Efectivamente, cuando aquí se ven caer las canaleras es que ha comenzado el deshielo”, corrobora. La nieve todavía es abundante, sobre todo en las zonas más altas, desde Don Domingo hacia arriba, en los Campos de Hernán Pelea, coincidiendo con las cotas de mayor altura de la zona. Las carreteras están despejadas y ya no es necesario el uso de cadenas. El martes, por tres vías comarcales había que circular con ellas. “Hace buena temperatura. Ahora mismo (18:17 horas de ayer) hay dos grados y quien quiera disfrutar de estos paisajes puede venir tranquilamente sin problemas”, anima Francisco Cuadros. En torno al nacimiento del río Segura la nieve tiene ahora un espesor de unos 10 centímetros. Fue precisamente en esta zona y en la del río Zumeta, las más bajas, donde nevó con más intensidad. Es así cuando la nieve viene del Sureste. Y lo saben bien los experimentados serranos. Antes, la lluvia había dejado 48,3 litros.

El manto blanco desapareció de las cotas más bajas en el resto de la provincia el mismo lunes, una vez cesó la nevada, que en alguno lugares apenas cuajó. Pero se deja ver aún en las sierras de la cordillera Bética que se divisan en buena parte desde la capital, en sus crestas y picos más altos. Jabalcuz la luce, también la Pandera, El Ahíllo (1.452 metros) en Alcaudete, Almadén (2.036 metros) en Sierra Mágina y la cumbre de la provincia, el pico Mágina (2.176 metros). Las previsiones meteorológicas mejoran y no solo no atisban nieve, tampoco lluvia para hoy, con alternancia de cielos despejados y nubosos.

Recuperación del “Ruiz Jiménez”

El colegio Ruiz Jiménez de la capital sufrió daños tras el paso de la borrasca Elsa, el pasado mes de diciembre. La zona de Infantil se vio afectada por la aparición de goteras por el tejado en un edificio que se rehabilitó hace diez años. El problema procedió de que el viento arrancó toda la impermeabilización que había y los niños estaban como si se hallaran en la calle. De esta manera, esta semana se ha mudado a los menores de la zona afectada a otro edificio del centro educativo para que los niños no estén desprotegidos. Ya se ha puesto en marcha el plan para comenzar las obras de rehabilitación del techo de la construcción, primero con una evaluación de la zona y cuantificar económicamente la cifra que costará este arreglo para ver si se hace un contrato menor o una licitación. Así, próximamente se llevará a cabo la actuación en el colegio Ruiz Jiménez después de los daños sufridos por el temporal de diciembre en un edificio que se rehabilitó hace diez años, pero que no fue muy buena esa obra.