Fernando Zamora, del restaurante Aleuri-Olympo: “Nos encanta hacer cosas únicas y distintas”

LA ENTREVISTA

Los hermanos Fernando y Miguel Zamora Bullón son los dueños del Restaurante-Brasería Aleuri-Olympo, en La Iruela. Un establecimiento que se encuentra en un enclave natural de ensueño. Comida casera y buenos precios son unos de los puntos claves del local, además de una fiel creencia en lo que quieren y sienten. El espacio ofrece una experiencia integral, puesto que mezcla lo tradicional con la innovación.

—¿De qué se compone la carta?

—Trabajamos cocina casera, con productos frescos a buen precio, en un ambiente cuidado. En nuestros platos se puede degustar tanto la cocina tradicional, así como platos de una cocina evolucionada e innovadora, tales como el tataki de atún, o el arroz negro con choco. Como platos principales, trabajamos carnes y pescados a la brasa. Las croquetas caseras tienen mucho éxito. También apostamos por los guisos tradicionales. Además, completamos la oferta gastronómica con productos que se caracterizan por su diferenciación, como puede ser el atún fresco o el chuletón de vaca vieja País Vasco superior. La carta se completa con una oferta de hamburguesas gourmet elaboradas íntegramente por nuestro equipo de cocina. Finalmente, tenemos una amplia gama de postres caseros y una bodega amplia.

—¿Cuál es la respuesta que tiene la clientela?

—Muy buena. Uno de nuestros propósitos es mantener el equilibro entre calidad-precio a un nivel de servicio excelente. Sentimos lo que hacemos y creemos en lo que queremos, aspectos que se transmiten al bienestar y satisfacción del cliente. En este sentido, nos avalan los comentarios de las reseñas vía online.

—¿Qué le hace diferente?

—Nosotros mismos lo catalogamos como un lugar diferente, en el que se brinda una experiencia integral. Un espacio gastronómico que combina la cocina tradicional bajo la mirada de la innovación y la música. Nos encanta hacer cosas únicas y distintas. El local es espectacular, tiene un estilo moderno, atrevido y elegante. Hay cristaleras desde las que se puede ver toda la Campiña y la Sierra de Cazorla y las Villas. El lugar es muy espacioso y amplio, en el que se crean diferentes ambientes en distintos momentos. Puede albergar hasta 160 personas y estar independientes. El mayor logro que hemos conseguido es hacer comidas en los que la clientela tenga una sobremesa larga y sin prisas. De este modo, ofrecemos un horario continuado que va desde las una del mediodía hasta el cierre por la noche. El ambiente de tardeo es increíble. Es uno de nuestros fuertes.

—¿Qué celebraciones acoge?

—Otro de nuestros aspectos importantes es la versatilidad. Disponemos un espacio multifuncional, que opera como restaurante brasería y se puede transformar en modo encuentros en cuestión de segundos. Además, consta de una zona reservada y una sala informal para el copeo y el tardeo. Tenemos la capacidad de albergar a muchísima gente en un ambiente idílico para la celebración. En general, es un sitio ideal para celebraciones. Se festejan multitud de cumpleaños, comidas familiares, bodas de oro, jubilaciones, aniversarios y encuentros de todo tipo.