San Lorenzo y las huertas se unen

Los huertos de la ladera sur de la ciudad de Úbeda, que ya prosperaban en época musulmana, han sido testigos del asentamiento poblacional a través de los siglos. No obstante el aprovechamiento del agua de la zona es aún anterior, pues existen incluso vestigios prehistóricos para el cultivo de hortalizas y cereales. La Asociación de Hortelanos de la Redonda de Miradores de Úbeda, que lleva en funcionamiento unos cinco años, celebra este fin de semana unas jornadas para poner en valor el rico patrimonio agrícola y natural que aún se conserva hoy día.

09 ago 2014 / 22:00 H.


Es una idea puesta en marcha por la Fundación Huerta de San Antonio en el marco de las actividades que realizan en pro de la recuperación de la iglesia de San Lorenzo, bajo el nombre “Abierto por Obras”. Las jornadas contaron con talleres infantiles además de varios puestos para la venta de productos hortofrutícolas en el interior del templo. Participan las huertas “La Higueruela” —de carácter ecológico—, “Los Sanjuanes”, “Granadillo”, “Huerta del Matadero”, “Huerta Blanca” y “Huerta del Santo”.
También se organizan paseos guiados —durante el fin de semana— a estas huertas, para darlas a conocer a la ciudadanía como recurso natural y, por qué no, como reclamo turístico. Es uno de los objetivos de esta iniciativa, en la que lo recaudado irá a la restauración integral de San Lorenzo. El objetivo final es conectar el paisaje rural tradicional con el legado patrimonial y los monumentos, potenciar en definitiva un modo de vida que puede ser rentable y sostenible en el tiempo. Y es que en la antigüedad el mantenimiento de estos huertos estaba muy bien visto socialmente, y los hortelanos eran pequeños empresarios. Por otra parte, se habilitó la posibilidad de que los residentes en otros barrios de la ciudad pudieran acudir a San Lorenzo, ayer por la tarde, mediante el trenecito turístico. Todo estaba enmarcado en las fiestas del barrio de San Lorenzo, que cada año cuentan con gran afluencia de público, y que además estuvieron amenizadas por degustaciones de platos elaborados con los productos de las huertas, una velada carnavalera y una charla del aventurero Domingo Expósito, que compartió sus aventuras en el Himalaya.