Vivas para la Virgen de la Paz

Los vecinos del municipio se vuelcan con la procesión de su alcaldesa perpetua

25 ene 2019 / 11:26 H.

Con una imponente corona dorada ceñida a la frente, los rayos de sol se reflejaban a su salida de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción. Con el divino Serranillo entre sus brazos, un delicado manto sobre la cabeza y el calor de todo un pueblo, comenzó el desfile procesional de la Virgen de la Paz, que este año estrenó un precioso manto de terciopelo de color buganvilla, donado por la familia Varneo Alcántara y confeccionado en su taller de arte sacro de Torredelcampo.

“Viva la Virgen de la Paz, viva el divino Serranillo, viva la patrona de Beas de Segura y viva la madre de Dios”. Estos fueron los gritos más escuchados, tanto a la salida de la procesión de la que es también alcaldesa perpetua del municipio como durante todo el desfile, que discurrió por las calles más importantes de Beas de Segura. Los fieles no se perdieron un solo detalle del recorrido procesional y acompañaron a su patrona hasta el último rincón del pueblo.

Un grupo de unos doce anderos portó la imagen de la Virgen de la Paz, que bendijo a los vecinos del municipio, así como las cosechas de olivar. Las flores que adornaban el paso y las velas, que se encendieron cuando el sol se escondía poco a poco en el horizonte y ya únicamente alumbraban las farolas del casco urbano, otorgaron a la procesión un carácter solemne y, a la talla de Nuestra Señora de la Paz, un gran realce.

Los anderos la mecían mientras que los devotos la observaban agolpados a ambos lados de cada una de las calles por las que discurrió el desfile. Algunos con lágrimas en los ojos y otros con sonrisas. Acciones encontradas que, en definitiva, vienen a definir un mismo sentimiento, la alegría de ver, un año más, a la madre de los vecinos de Beas de Segura fuera de su santuario. Desde la parroquia, pasó por la iglesia de las Madres Carmelitas y las calles Tiendas, Paseo, Feria, Río, Cueva, Barrio Nuevo y Sor Consuelo, hasta que llegó al santuario de la Villa, hogar de la patrona y alcaldesa perpetua del municipio. La procesión fue la actividad que culminó un día dedicado a la devoción de los vecinos. Asimismo, a las 11:45 horas, en la plaza Sagrado Corazón de Jesús, se celebró el recibimiento de la Cruz de la Misión Pastoral Diocesana y su traslado a la parroquia, donde ya aguardaba la Virgen de la Paz. Más tarde, a eso de las 12:00 horas, se desarrolló la solemne misa en honor de la patrona de Beas y a cargo del reverendo Sebastián Moreno. La eucaristía estuvo, también, amenizada por el coro parroquial.

Durante los días previos a la salida del desfile procesional de Nuestra Señora de la Paz, se celebró un solemne novenario, desde el 15 de enero hasta ayer, que corrió a cargo del párroco.