Vivas al patrón de la fértil vega

Los campilleros apuran su último día de San Isidro tras cinco intensos días de fiesta

16 may 2018 / 08:32 H.

Muy feliz y con un inmejorable sabor de boca. Así se confesaba, a última hora de anoche, mientras que la coplera Toñi Ronquillo hacía las delicias de los amantes de la canción española sobre el escenario, la concejal de Festejos de Campillo del Río, Noelia Muñoz Moreno. Todavía quedaba por delante la entrega de los premios a la mejor carroza y balcón engalanado y la traca final de fiestas, prevista para bien entrada la madrugada, ya al cierre de esta edición. Las fiestas acababan y con ellas todo el esfuerzo e ilusión puestas para que todo salga a la perfección. Son muchos meses de trabajo los que tiene detrás San Isidro, días muy esperados si se tiene en cuenta el espíritu eminentemente agrícola de la población. Cabe recordar que se trata de una población de la colonización agraria en Andalucía en la que sus primeros habitantes entraron en sus casas allá por 1956, para convertirse en referente de cultivos como el espárrago. Lo hacen gracias a la fértil vega regada por el Guadalquivir. Así, la devoción por San Isidro, patrón de los agricultores, está muy patente.

De hecho, en su última jornada, el día del patrón, se vivió con especial emoción, como confiesa esta joven vecina, el momento en el que San Isidro bendice los campos durante su procesión. Si es un buen año para los cultivos, lo es también para los campilleros. Y, sin duda, otra de las grandes estampas que se quedan en las retinas de sus habitantes fue el momento del paso por la calle Ronda de la Vega. Desde allí, del balcón de Rosa Aguilar, los pétalos de rosa llovieron sobre el santo. Este fue un gesto que hizo que el jurado del concurso se decidiera por premiarlo como el mejor engalanado. En cuanto a las carrozas que acompañan el recorrido, este año ocho, más que en los anteriores, la mejor a juicio de los expertos, fue la que conducía Sergio Jiménez. “Es la más joven, bien engalanada y más animada”, reconoció la concejal. Y entre todas ellas, todo un pueblo echado a la calle, con sus mejores galas, mujeres vestidas de flamenca para dar color a una fiesta entre sencillas casas encaladas y frondosos árboles muy verdes. Campillo mostró su mejor cara en esta última jornada.

Estas fiestas están organizadas, como una singular característica, por una joven comisión que, cada año, se ponen como reto organizar actividades que llenen día y noche, para todas las edades, para que se conviertan en unos días inolvidables para los vecinos. Este año, esta ingente tarea la realizaron Ana Hoces, Lourdes Muñoz, Leticia Mateos e Iván Fernández. Entre la programación, destacan novedades como el concierto de El Koala, la celebración del Humor Amarillo y una fiesta de los años 80, así como tradiciones como la cucaña para los niños.