Interpretación villanovense de San Juan Evangelista

El joven imaginero y escultor villanovense Miguel Ángel Calero Garrido firma un nuevo trabajo. Se trata de una imagen de San Juan Evangelista, en el que se afana desde 2015, y que fue encargado por una “devoción privada” de Linares. La idea es recrear la escena de la “Sacra conversaciones”, entre María y San Juan Evangelista. La obra tiene un tamaño natural, de 178 centímetros, y está tallada en madera de cedro. Además, presenta las clásicas características fisionómicas del discípulo amado por Jesús, joven y con perilla, conforme a la moda del barroco. La representación es realista, lo que queda claro en el gesto de preocupación por la suerte de Jesús y la atención con la que mira a la Virgen, ensimismada. La intensidad del momento se plasma en la mano izquierda, que dirige a su pecho, en señal de servicio, mientras que la derecha le indica el camino al Calvario. De esta forma, se abre la composición escultórica.

La escena será completada más adelante con otra imagen de María Magdalena. Últimamente, la mayor parte de los trabajos de Miguel Ángel Calero son de clientes privados. Entre ellos, la representación de la virtud teologal de la fe, un trabajo “interesante” al estar basado en las características de una imagen anterior y una iconografía poco demandada. El villanovense también se encarga de la restauración de algunos trabajos de autores valencianos. Una de ellas es San Isidro Labrador que, según Miguel Ángel Calero Garrido, está en muy malas condiciones por haber sufrido “intervenciones arbitrarias y poco respetuosas con la obra”. El artista local también trabaja en tres imágenes, pertenecientes a un grupo iconográfico, compuesto por un crucificado, la Virgen de los Desamparados y San José, de un retablo de Guadix.