El archivo del convento de Santa Ana ya está digitalizado

El libro de protocolos del Santuario pasa a ser de formato electrónico

14 may 2016 / 11:17 H.

Después del intenso trabajo acometido durante los últimos meses, la digitalización del archivo de las dominicas y del Santuario de Nuestra Señora de la Fuensanta ya es una realidad. El lugar elegido para presentar el proyecto fue el locutorio del convento de Santa Ana. Contó con la presencia de la alcaldesa, María Isabel Rescalvo, técnicos de Cultura, miembros de la Corporación y representantes de distintas cofradías, además de las hermanas. De esta manera, se procedió a la presentación y entrega de los trabajos grabados en formato digital.

El cronista de Villanueva del Arzobispo, Manuel López, ensalzó la labor de la orden dominica, su generosidad y entrega a los más necesitados, así como su trabajo por la conservación del valioso patrimonio documental. Es más, recordó que este mimo permitió que precisamente ahora se haya podido materializar la digitalización de los archivos. También agradeció la colaboración del anterior alcalde, Gabriel Fajardo, persona que, en sus palabras, inició el proyecto; así como a la regidora actual por su apoyo para la finalización. Pidió que ayudasen todo lo posible en la conservación del actual edificio y solicitó un reconocimiento municipal a la presencia dominica, con más de 475 años.

Agradeció la colaboración desinteresada de los fotógrafos José Juan López, Pedro Antonio Pérez y Francisco del Sol, que durante largas jornadas desempeñaron su labor, con un inmenso respeto y cuidado a los viejos legajos. Ellos procedieron, después, a la grabación de los discos. Mostró su entusiasmo y explicó el mimo con el que habían realizado la digitalización.

Por su parte, el superior del santuario, Pascual Villegas, reconoció sentirse muy satisfecho por el hecho de que se haya digitalizado el Libro de Protocolos y de las distintas ordenaciones. Después, el cronista describió algunos aspectos de los documentos. En lo referente al convento de Santa Ana, se inicia en 1542, con la toma de hábitos de las primeras religiosas, una carta de Felipe IV de 1631, documentos de las monjas dominicas de Iznatoraf, al cierre de su convento, y una larga serie de escritos que se irán publicando. Sobre las cofradías de Nuestra Señora de la Soledad y Santo Entierro, conserva distintos legajos, de 1624 a 1870, procedentes del desaparecido convento de los basilios, y una bula del Papa Urbano VIII de 1624, que concedía privilegios a los hermanos. Finalmente, la alcaldesa valoró la generosidad de las monjas y prometió que ayudaría en la conservación del edificio. Agradeció al cronista la clasificación y ordenación de los múltiples documentos y a los distintos profesionales, su entrega vocacional para esta labor. Asimismo las monjas dominicas, a través de su superiora, sor Fuensanta, mostró su agradecimiento por la colaboración municipal y por la entrega de los archivos.