Devoción y pasión en la fiesta del Cristo de Vera Cruz

El municipio villanovense festejó a su patrón, el Santísimo Cristo de la Vera Cruz, con varios actos religiosos y lúdicos para disfrute de sus vecinos, organizados por la cofradía que preside Gabriel Carcelén. Así, en los días previos, se celebró en la iglesia de la Vera Cruz un triduo religioso que se inició con la exposición y oración ante el santísimo, para finalizar cada jornada con la celebración de la eucaristía, que fue dedicada cada día. El primero por el centenario de la muerte del paso de la vida del padre José Gras, fundador de las Hijas de Cristo Rey, otro día, por el trabajo y el último día, por las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, en el 175 aniversario de su fundadora.

La noche previa al día del patrón, el municipio acogió una verbena popular en los aledaños de la iglesia de la Vera Cruz, donde la música corrió de la mano del cuarteto Utopía y no faltó el gran ambiente con infinidad de chiringuitos de las diferentes cofradías de la ciudad hasta altas horas de la madrugada. Hay que destacar que se repartieron los típicos pitos de barro, tradición de esta festividad. Ya, en el día del patrón, en una jornada declarada como fiesta de carácter local, se celebró una fiesta religiosa en honor del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, presidida por el párroco, Bartolomé López, y donde actuó con sus cánticos el coro de la iglesia de la Vera Cruz.

Por la tarde, salió en procesión la imagen del Santísimo Cristo de la Vera Cruz y la Virgen de la Encarnación, portados por sus anderos y anderas y con acompañamiento musical de la Asociación Musical La Moraleja. Sin embargo, debido a la falta de costaleros para llevar al patrón, se produjo un retraso, aunque al final se unieron varias personas y pudo salir. Durante el recorrido procesional, también se llevó a cabo la tradicional bendición de los campos a la altura de la calle Álamos con la Plaza Mayor. Además, como es habitual cada año, se ha editado un libro monográfico sobre la festividad con unas 80 páginas y con una tirada de unos quinientos ejemplares. La publicación ilustra en su portada un trabajo del artista local, Felipe Herreros. En su interior hay infinidad de artículos y colaboraciones que engrandecen la publicación y que es posible su edición gracias a las aportaciones de infinidad de firmas comerciales.

La publicación comienza con la carta pastoral del obispo, a la que siguen otros artículos del párroco, Bartolomé López, de Fray Pedro Aliaga desde Roma, de Paqui Ramos, hija de Cristo Rey. Después muestra los saludos del hermano mayor de la cofradía y del alcalde, así como el himno de la confraternidad de hermandades de la Vera Cruz. Se completa la edición con colaboraciones de Manuel López, Conchi López, el hijo de Nicolasa, Manuel Burgos, José Luis Carrascosa, Ramón Reyes, Gloria Cátedra, Cristóbal Mora, Ricardo Taboada, Francisco J. Jiménez, Fernando Usero, Pepi García Carcelén y José María Jiménez. Cabe destacar que todo ello va acompañado del programa de actos y numerosas páginas con fotografías a todo color para el recuerdo. Un elemento que ayuda a reforzar estas fiestas locales.