Una lluvia de fe y bendiciones

La Virgen de las Maravillas sale en procesión a pesar del frío temporal

09 sep 2018 / 11:42 H.

El cielo amenazó con nubes oscuras, pero en el corazón de los vecinos y visitantes más devotos de Cañada Catena ardía la devoción. Aunque sus fiestas fueron entre el 24 y el 25 de agosto, el día grande llegó de la mano de la Virgen de las Maravillas, la patrona que celebró, junto a sus fieles, una jornada pasada por agua, eso sí, pero llena de fe.

El viento hizo su primera amenaza. No daría tregua. Pero las ganas de ver a la imagen procesionar por las calles de la pedanía de Beas de Segura fueron mayor. Así, la iglesia de la pedanía jiennense replicó las campanas para dar comienzo a la misa, oficiada por el párroco Sebastián Moreno quien, emocionado, afirmó: “Hoy está aquí todo el pueblo, además de las personas que, en su momento, emigraron. Ellos llevan siempre en el corazón a su Virgen de las Maravillas. Es cierto que en enero es San Antón, nuestro patrón, pero, al ser en invierno, viene menos gente. A pesar de que las condiciones meteorológicas no acompañan, los ciudadanos se vuelcan de lleno con la imagen”. Y razón no le faltó. En la iglesia no cabía ni un alfiler. Todos querían ver a la Virgen salir.

Fuera, la Banda Municipal de Música “Santa Cecilia”, de Beas de Segura, esperaba con los nervios a flor de piel. Su director, Argimiro Ojeda, aún no tenía claro si podrían tocar las marchas que tenían preparadas para tan esperada jornada. “Es algo muy importante para nosotros. Hemos hecho está procesión desde hace muchísimos años. Hoy el tiempo está regular, y deseamos salir. Ensayamos este repertorio en repetidas ocasiones”, indicó Ojeda.

Algunos devotos confesaron haber rezado para que la imagen pudiera dar su paseo por la pedanía y, posiblemente, las plegarias fueron escuchadas. Con ella a hombros, y ante una petalada y los vítores que alabaron su nombre, la Virgen cruzó el arco del templo frente a la mirada de grandes y pequeños. Diario JAÉN, por su parte, no quiso perderse el esperado momento y acompañó a los fieles a su paso y entregando, junto a un ejemplar de este periódico, una camiseta de regalo, un recuerdo único con el que nunca olvidarán ese día tan especial.

“Estamos muy agradecidos de que estéis aquí. Es un gesto muy bonito. Yo aprendí a leer a través de estas páginas”, destacó Santiago Huertas, un vecino que se acercó tan pronto como vio el “Más de lo que lees”, emblema de este medio, el mismo que volvió a cumplir su promesa de estar junto a los jiennenses en sus momentos más especiales.

Mientras los fieles procesionaron a su patrona por las inmediaciones de la iglesia, la lluvia no cesó. Tampoco lo hizo el viento. Pero la devoción era mayor y ganó la batalla. Se trató de un encuentro único en el año. Algunos de los espectadores recordaron que, el año pasado, buscaban la sombra debajo de los árboles para cobijarse del sofocante calor de la sierra. En este caso, lo hicieron bajo los paraguas para reguardarse de un aguacero que, sin duda, estuvo lleno de bendiciones y esperanza. “¡Viva la Virgen de las Maravillas!”, aplaudieron justo cuando la imagen volvió al templo entre aplausos.